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Entrevista a Amor Muñoz

18.07.2012

Como cada año, con motivo de nuestra edición especial de arte, hacemos un ejercicio que da a conocer nuevas propuestas. Este año 10 curadores han seleccionado a un número igual de artistas cuyo trabajo se está insertando en los circuitos internacionales. Tienen en común un territorio: Latinoamérica. Para complementar presentamos una serie de entrevistas, donde los artistas de viva voz nos dan sus impresiones sobre el arte hecho desde Latinoamérica.

¿Cómo decidiste dedicarte al arte?

Mi caso es un tanto complejo. Mi formación académica fue de abogado, estudié un tiempo en la Escuela Libre de Derecho y después en la Facultad de Derecho de la UNAM. Desde muy joven pintaba y dibujaba, pero siempre lo vi como un hobbie, ser artista no me parecía una opción de vida. Con el tiempo cambié de parecer, empecé a tener interés por el arte contemporáneo y me fui formando de manera autodidacta como artista. Algo que me motivó en este sentido, siendo universitaria, fue el formar parte del grupo que fundó CAUCES, la revista de los estudiantes de la Facultad de Derecho, con contenidos jurídicos, de literatura y arte, apoyada por el Dr. Serrano Migallón. Armin Keller y yo llevamos en un inicio la parte gráfica. Ya para el 2006, un poco tarde, decido dejar todo e iniciar formalmente mi carrera como artista. No me puedo quejar, la facultad de derecho me dio muchas herramientas en términos de gestión e investigación.

¿Tuviste algún acercamiento a piezas icónicas del arte contemporáneo, no sé, por ejemplo Smithson, Beuys, Douglas Gordon? ¿Las viste exhibidas o por otro medio?

Bajo el sentido estricto de esta pregunta, sí, si he tenido, afortunadamente, acercamientos a piezas icónicas del arte contemporáneo, visitando museos como el MOMA, el Centre George Pompidou, etcétera.
Pero si hablamos de acercamientos y experiencias significativas, yo mencionaría, y un poco relacionando la respuesta anterior, la muestra que Helen Escobedo tuvo en el 2000, en el MUCA de Ciudad Universitaria: Estar y no estar: 15 instalaciones de Helen Escobedo. Siendo estudiante de leyes no tenía mucha idea de lo que era el arte contemporáneo, y esta exposición fue para mí una introducción.

¿Qué contexto (local o global) influye más en los temas que toca tu obra?

Pienso que ambos contextos. He estado trabajando con mi entorno, en el espacio público. Mi obra busca insertarse en el ámbito de lo social y generar experiencias colectivas que utilicen el arte como una plataforma reflexiva. Actualmente trabajo en dos proyectos cuyo denominador común es la simbiosis de medios disímiles, y con los que busco generar representaciones colectivas. Lo textil y lo electrónico son elementos representativos de Esquemáticos: gráficas expandidas funcionales y Maquila región 4. Busco crear un análisis sobre las implicaciones sociales del trabajo y el imaginario colectivo de la tecnología, vinculando así las labores asociadas con el trabajo manual, como el bordado y la electrónica. Me interesa mucho el uso de imaginarios electrónicos, por ser un referente histórico, global y funcional del desarrollo tecnológico contemporáneo.

¿Qué contexto (local o global) influye más en las estrategias y prácticas que utilizas?

Mi práctica va mucho por la línea del trabajo manual, el trabajo colectivo, en el caso de Maquila Región 4, y la estrategia DIY, “Do it your self”. Parte de mi investigación y práctica actual dependen de tutoriales en la red, de libros y manuales de electrónica como los de Forrest Mims.

Desde hace 5 años he incluido en mi práctica el trabajo textil, más en un plano personal, íntimo, trabajando un contexto inmediato. Cuando empiezo a involucrar en mi práctica la electrónica, la cosas empiezan a dar otro giro. Maquila Región 4, por ejemplo, es un proyecto que reflexiona sobre los procesos de maquila textil y electrónica, es una reflexión en torno a un problema global. Se trata de un dispositivo móvil expandible, con la funcionalidad de taller, para la manufactura comunitaria de piezas textiles-electrónicas en espacio público. El público interesado es contratado, su labor es cronometrada y se le paga “la hora de trabajo a 70 pesos” (Salario mínimo en Estados Unidos). Dentro de la política de globalización, las maquilas constituyen una de las modalidades preferidas por los países industrializados —especialmente Estados Unidos— para mejorar su competitividad internacional y aprovechar los menores salarios prevalecientes en las naciones menos desarrolladas. En éstas, los asalariados son sometidos a una mayor explotación, abusando especialmente de la mano de obra femenina.

¿Tienes alguna postura con respecto a la dicotomía entre lo público y lo privado en el arte, esto es, entre un arte que parte de lo público y otro que parte de lo privado?

Mis primeros trabajos parten de lo privado. Por mucho tiempo estuve trabajando con temas como la intimidad, el ocio, el tedio, la terapia ocupacional, el cuerpo, etcétera. Para este caso podría citar mi trabajo Diagramas del tedio.

Actualmente he estado más interesada en trabajar discursos sociales, trabajando en el espacio público mediante acciones, creando encuentros incidentales con la gente y su contexto inmediato.
¿Debe el arte hacer un intento por reinterpretar, releer o distanciarse de la historia?

Creo que es inevitable tocar la historia. Mi trabajo actual tiene cierta vinculación con la historia. Estoy trabajando mucho con la historia de la tecnología, con la historia de la electrónica, su desarrollo, evolución e impacto social. Los referentes siempre son importantes, e incluso para hacer una crítica no puedes negar la historia, finalmente se termina haciendo un planteamientos sobre otro.

¿Qué piensas de la relación entre el arte y lo político?

Históricamente el arte se ha relacionado con diferentes disciplinas como la política, economía, derecho, etcétera. Es inevitable al ser éste un producto social. Pienso que el arte tiene un potencial para impactar social y políticamente, que puede llegar a tener efectos visibles, así como planteamientos y críticas eficaces.

Recomiéndanos el trabajo de un artista emergente de este mismo territorio latinoamericano.

Me alegra que sea difícil mencionar sólo uno, eso significa que hay muchos artistas jóvenes haciendo cosas interesantes en América Latina. No puedo evitarlo, recomendaré dos artistas mexicanos, muy jóvenes, ambos del 86, y que su práctica va en el camino de nuevos medios: Juan Pablo Villegas [www.jpvd.org] y Santiago Itzcoatl [www.santiagoitzcoatl.net].

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