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Entrevista a Alejandra Quesada

18.07.2012

Para la temporada otoño/invierno 2012, Alejandra Quesada nos presenta un homenaje al pintor y escultor Pedro Friedeberg.

En esta colección se respira un aire retro inclinado a la década de los 60 y 70. Todos los estampados fueron diseñados a partir de obras de Friedeberg. Cada prenda lleva un nombre sobre la tela, como la blusa “Hotel de las bellas mexicanas”, el vestido “El doble sentido del amanecer”, la falda “Gratuitas lecciones de euritmia en la cárcel de los cirujanos ladrones”, entre muchas piezas más.

En cuanto a la confección resaltan cortes clásicos sobre seda, terciopelo, algodón y rayón combinados con chiffon de colores y lana con figuras geométricas. Así como faldas circulares, pantalones tipo palazzo, crop tops, plisados, sacos y chalecos, suéteres tejidos a mano y otros en Jacquard. Los zapatos están inspirados en los marcos que hace Pedro para sus obras (plataformas de madera con rayas pintadas en dorado y negro).

Platícanos de tu nueva colección.

Esta colección se llama Homenaje al artista Pedro Friedeberg- Capítulo I. En 2009 se hizo la primera retrospectiva de Friedeberg en Bellas Artes, Pedro Friedeberg, arquitecto de confusiones impecables. Cuando fui pensé que algún día me gustaría hacer algo con él; me sentí identificada y conectada con él, y sobre todo muy feliz. Así como Elsa Schiaparelli con Dalí e Yves Saint Laurent con Mondrian, yo quería hacer vestidos con Pedro Friedeberg.

Tres años más tarde les presento esta colección en la que todos los estampados fueron diseñados a partir de obras de Friedeberg. Tiene cortes clásicos sobre seda, terciopelo, algodón y rayón combinados con chiffon de colores —principalmente rojo y negro— y lana con figuras geométricas. Resaltan las faldas circulares y los vestidos inspirados en la década de los 60 y 70, pantalones pata de elefante, ombligueras, piezas con plisados, sacos y chalecos capitonados. Los suéteres están tejidos a mano y hay otros tejidos en jacquard, los cuales trabajé a partir de los dibujos de Pedro.

Para los zapatos —plataformas de madera con rayas pintadas en dorado y negro— me inspiré en los marcos que hace Pedro para sus obras, un clásico que lo caracteriza.

Esta colección es una representación de cómo percibo a Pedro Friedeberg y a su obra. Y es, quizás, una de las más especiales que hasta el momento he creado.

¿Qué tendencias seguiste para esta colección? ¿Es importante para ti seguir las tendencias?

No seguí ninguna tendencia en particular. No me preocupan mucho las corrientes y tendencias de nuestro momento, o al menos lo hago inconscientemente, basándome en mis propias percepciones del mundo en este momento.

¿Cómo ha evolucionado tu marca desde que iniciaste?

Creo que la marca sigue conservando el mismo espíritu y esencia, pero ha crecido, creo que ya se puede ver más a una mujer que a una niña.

¿Qué podemos esperar de tu marca en un futuro cercano?

Próximamente  lanzaré la marca para niños y espero abrir la primera tienda Alejandra Quesada en la ciudad de México.

¿A qué retos te enfrentas como diseñadora de moda en México?

Es difícil trabajar en México, ya que este sector no está muy desarrollado; es difícil encontrar materiales de buena calidad o la tecnología para diseñar textiles. También existe mucha mano de obra pero no lo suficientemente capacitada o especializada en este tipo de prendas. No estamos acostumbrados a trabajar poca cantidad a buena calidad. Y también es difícil la distribución en nuestro país ya que hay muy pocas tiendas enfocadas a nuestro mercado. Entonces mi reto es hacer que todo esto sea posible. Lograr hacer mis textiles en México, crear fuentes de trabajo en mi país y tener más puntos de venta para estar al alcance de todos los que quieran vestir Alejandra Quesada.

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