Cn

El ¿futuro? de la comida, imaginado por el diseño

20.04.2015

Código

El desperdicio de alimentos, el exceso de desechos o las posibilidades que puede ofrecer la biología sintética son algunas de las motivaciones detrás del diseño de alimentos, una tendencia en la disciplina que apuesta por la investigación y la experimentación. Recientemente se han dado a conocer proyectos que imaginan futuros posibles con respecto a la producción de alimentos.

Pasando por la impresión en 3D, el cultivo de hongos, la gastronomía molecular o la ingesta de alimentos descompuestos, estos 5 proyectos —ordenados alfabéticamente— ponen sobre la mesa problemáticas relacionadas con el consumismo, la pobreza alimentaria y el desperdicio de alimentos. Pero también, ofrecen nuevas relaciones con la comida, estéticas novedosas, así como nuevas formas de reciclar y cuidar el ambiente.

 

1.Edible Growth (2014), de Chloé Rutzerveld 

Para la diseñadora Chloé Rutzerveld (Eidhoven, 1989), la fusión entre naturaleza, ciencia, tecnología y diseño es un camino posible para concebir alimentos más sustentables y saludables, aún cuando sean creados en laboratorios o con alta tecnología. Uno de sus proyectos más recientes, Edible Growth, es un ejemplo. Se trata de un ejercicio de diseño crítico que ofrece la posibilidad de producir comida a través de la impresión en 3D. El pequeño bocado es una masa adicionada con semillas, esporas y levaduras que, una vez impresa, es capaz de crecer hasta convertirse —al cabo de 5 días— en un objeto comestible.

Aunque el proyecto se encuentra en proceso de investigación, Rutzerveld ofrece un panorama sobre los escenarios a los que podría enfrentarse la industria alimentaria en un futuro. Y, a pesar de que la tecnología de alimentos en 3D también es restringida, el objetivo de Edible Growth, de acuerdo con la diseñadora, es crear comida saludable y nutritiva cuya elaboración no sea nociva con el medio ambiente. Además, busca crear conciencia en torno a los productos que consumimos: “deje de llenar y empiece a alimentar a la gente.”

 

 

2. Fungi Mutarium (2014), de Livin Studio

En colaboración con la Universidad de Utrecht, el estudio austriaco de diseño Livin Studio ha desarrollado un proyecto que busca crear alimentos a través del reciclaje de materiales plásticos. Si bien puede parecer una idea extraña y un tanto peligrosa, ésta podría ser una nueva vía en el futuro para aprovechar los desperdicios a favor de una alimentación más saludable. ¿Y por qué no? Una estrategia para combatir la hambruna en regiones de extrema pobreza, aunque los alcances se perciben utópicos.

Fungi Mutarium es una incubadora de alimentos capaz de cultivar hongos comestibles que, a su vez, se forman por la absorción de plásticos. El procedimiento es complejo y aún se encuentra en fase de investigación: el dispositivo cultiva hongos en formas de algas —nombrados por los diseñadores como FU— con una mezcla de azúcar y almidón. Los desechos (plástico, generalmente) son colocados encima para atravesar por un proceso de degradación que puede tomar varios meses hasta lograr un producto comestible.

 

www.livinstudio.com

 

3. Human Hyena (2014), de Paul Gong 

El joven diseñador y artista Paul Gong (Nebraska, 1988) sabe que el desperdicio de alimentos es un problema —sobre todo en un mundo donde prevalece el consumismo desmedido en contraposición con la pobreza alimentaria— y busca enfrentarlo con un proyecto que apuesta por el consumo de comida en estado de descomposición. “Hiena humana plantea la cuestión de si los seres humanos pueden modificar su cuerpo a través de la biología sintética para resolver este problema.”, según la descripción del proyecto. Para este propuesta, Gong se inspiró en el sistema alimenticio de las hienas; mediante el uso de algunos artefactos, pretende que sea posible consumir comida en mal estado capaz de generar nuevas bacterias.

Para poder llevar a cabo el proceso de consumo, el diseñador propone el uso de tres utensilios: un inhalador, un transformador de olfato y un transformador de gusto. Cada uno de ellos, modifican el sistema digestivo humano para asemejarlo al de una hiena. También se utiliza Synsepalum Dulcificum, una planta frutal del oeste de África que permite convertir los alimentos ácidos en dulces. ¿Ambicioso? Sí, sobre todo si se desconocen los efectos en la salud. En su página web, Gong comparte parte de su investigación.

 

3.-Human-hyena_2

 

www.paulgong.co.uk

 

4. Just Add Water (2014), de Koz Susani Design

Inspirados en la cocina molecular, el estudio italiano Koz Susani Design (Defne Koz y Marco Susani) presentó en la Bienal de Diseño de Estambul 2014 un proyecto “conceptual” integrado por 5 dispositivos capaces de producir pastillas comestibles. Los aparatos, de apariencia casera, permiten triturar, moler o licuar, cualquier alimento hasta convertir la mezcla en pastillas que contienen todos los sabores y nutrientes necesarios. Lo único que se necesita es añadir agua. De ahí que su nombre, Just Add Water, proyecte la sencillez del proceso.

De acuerdo con los diseñadores, “a diferencia de la comida en pastillas imaginada por la ciencia ficción en la década de los 60, las pastillas Just Add Water están pensadas para detonar el placer sensorial de esta experiencia.” Así, esta iniciativa no pretende suplir la comida sino crear otras formas experimentar y degustar los alimentos, sin dejar de lado el aspecto nutrimental. Su objetivo:

 

4.Justadwater_2

 

www.kozsusanidesign.com

 

5. Living food (2013), de Minsu Kim

¿Qué pasaría si los alimentos (no animales) pudieran ser consumidos vivos, como si fueran personajes de ficción? ¿Qué pasaría si los alimentos fueran capaces de jugar con los cubiertos y ofrecer nuevas sensaciones al paladar? Con estas preguntas en mente, la diseñadora —con conocimientos en biología y robótica— Minsu Kim desarrolló un proyecto en el que convergen la biología sintética, la cocina molecular y el diseño. Sus objetivos: generar nuevas experiencia culinarias y analizar las posibles formas de evolución de los alimentos en relación con las tecnologías emergentes.

Como su nombre lo indica, Living Food es un proyecto de comida de diseño, que ha sido tratada por medio de biología sintética para lograr que se comporte como un ser vivo. La propuesta también busca replantear las formas en las que actualmente consumismos los alimentos, abriendo paso a nuevas posibilidades de los usos y percepciones que tenemos de ellos.

 

 

minsukim.net

 


[21 de abril de 2015]

 

Código

siguiente

Newsletter

Mantente al día con lo último de Gallery Weekend CDMX.