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Frank Gehry, Biomuseo (2014)
Frank Gehry, Work in progress de Biomuseo (2014)
Frank Gehry, Work in progress de Biomuseo (2014)
Frank Gehry, Work in progress de Biomuseo (2014)
Frank Gehry, Work in progress de Biomuseo (2014)
Frank Gehry, Work in progress de Biomuseo (2014)

El Biomuseo de Frank Gehry, en Panamá. Otro triunfo de la vegetación

25.09.2014

“El triunfo de la vegetación es absoluto”, escribió Michel Houllebecq en El mapa y el territorio (2011), y el estado actual de la arquitectura parece reconocerlo. El ganador del Príncipe de Asturias, Frank Gehry, lo confirmará el próximo 2 de octubre con la inauguración del primer edificio de su autoría en América Latina: el Biomuseo en Panamá. El proyecto estuvo impulsado por la Fundación Amador y el Gobierno de Panamá, además de contar con el soporte científico del Instituto Smithsoniano.

Según el sitio web del recinto, su misión es “ofrecer una experiencia impresionante y educativa sobre la biodiversidad y la emergencia del istmo en Panamá para motivar a los lugareños a conocer el valor de este componente natural de su identidad, así como la generación de conciencia respecto de su entorno”.

Considerada por algunos medios especializados como la obra más arriesgada del arquitecto canadiense, quien también se encargo del diseño de la Casa Danzante en Praga (1996) y el Museo Guggenheim (1997) en Bilbao, la nueva entrega fue planteada para adaptarse a su entorno natural circundante; un espacio con la mayor diversidad biológica del planeta.

Siguiendo una línea que escapa de las convenciones arquitectónicas de tradición, Gehry (Toronto, Canadá, 1929) presentará una estructura en la que se observan figuras geométricas y paneles con terminaciones puntiagudas de gran impacto. El edificio albergará ocho galerías de exhibición permanente, diseñadas en colaboración con Bruce Mau (Canadá, 1959). El Biomuseo contará, además, con un atrio público para exhibiciones temporales, una tienda, una cafetería y un parque botánico diseñado por la paisajista Edwina von Gal.

Con una extensión de 4 mil metros cuadrados, la obra de un valor de cien mil dólares tendrá dos acuarios, paneles y pantallas fueras del museo en el que se proyectará la relación de la biodiversidad de Panamá con la de otros territorios del mundo. Se eleva un piso por encima del nivel del suelo para ofrecer vistas a la ciudad de Panamá y su Canal, y sus coloridos ángulos ofrecen protección contra las lluvias recurrentes de la zona. Alejándose de la estética de sus fachadas metálicas en color plata, Gehry tiende un puente —naranja, rojo, verde, amarillo y azul— entre lo natural y el artificio.

 


[25 de septiembre de 2014]

 

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