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Juan José Díaz Infante, Restauración de la casa Aztecalita. Tomada de Arquine.

Kalikosmia: el ideal de una vivienda mexicana

Destacado 23.02.2017

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Revisamos la trayectoria de Juan José Díaz Infante, uno de los arquitectos mexicanos más propositivos en cuanto a modelos experimentales de vivienda.

Juan José Díaz Infante no era un arquitecto común. Era, según sus propias palabras, «un diseñador espacial». Un hacedor y pensador de una arquitectura basada en la ciencia, inspirada en Buckminster Fuller y ajena a los estilos: «El arquitecto es un desastre porque cree que es el genio de los estilos. Quisiera quitar la palabra ‘arquitecto’ de los términos del siglo XXI y dejarla en los del siglo XX. Debemos ser diseñadores de espacios y de sistemas. […] Hay que dejar se ser estilistas y regresar al laboratorio», proclamó en una entrevista.

Casa Aztecalita. Juan José Díaz Infante

Juan José Díaz Infante, Restauración de la casa Aztecalita. Tomada de Arquine.

En un país en el que la vivienda social ha sido un tema crítico por lo menos desde el siglo XX, enfrentarse a la habitabilidad como paradigma moderno se convirtió en tarea obligada y, por qué no, lugar común para la arquitectura. Lejos de los centros urbanos y unidades habitacionales, Díaz Infante (Ciudad de México 1936-2012) imaginó y concibió la vivienda desde la teoría y la práctica. Su propuesta, polémica para su tiempo, se basó en el plástico como material y estructura.

La idea, por su parte, partió desde otro polo: su teoría más conocida, la «Kalikosmia» que, de acuerdo con su hijo, el fotógrafo y curador Juan Díaz Infante, se trató más de un manifiesto que tiene como antecedentes no sólo el diseño industrial que probaría con Antonio Ruiz Galindo, sino también las casas de plástico que conoció durante una visita a Disneylandia en 1960: «Influenciado de manera adicional por Teilhard de Chardin y otros científicos, inició su teoría de Kalikosmia, que surge de las raíces Kali (en maya, casa) y Cosmos (en griego, universo). Una palabra que en su definición lleva una mutación lingüística que inicia un recorrido universal o, quizá, mestizo. Kalikosmia se trata de una teoría sobre el material de la vivienda digna mexicana: el plástico como un producto derivado del petróleo, la riqueza del país».

Casa Aztecalita. Juan José Díaz Infante

Juan José Díaz Infante, Restauración de la casa Aztecalita. Tomada de Arquine.

Después de hacer una investigación, en 1964, en torno a los principales problemas de vivienda en el país y el crecimiento urbano, Díaz Infante se centra en el aprovechamiento de un material para proponer soluciones: «La teoría de vivienda popular mexicana del arquitecto Díaz Infante está basada en el uso de los recursos naturales nacionales que, a través del desarrollo de la industria petroquímica, permitirían una producción industrial a un costo razonable, una matriz lógica y científica, estableciendo el crecimiento de la construcción».

La visión no fue considerada. Y a 50 años de su concepción, como menciona Juan Díaz Infante, representa «un mensaje en la botella de un futuro posible que México decidió no tomar». Una casa de plástico se construyó para que más tarde, en 1967, se montará como parte de la exposición El hombre y el plástico en el Museo de Arte Moderno, donde ha permanecido para establecer un diálogo natural con las obras de Mathias Goeritz y Pedro Ramírez Vázquez.

Casa Aztecalita. Juan José Díaz Infante

Juan José Díaz Infante, Restauración de la casa Aztecalita. Tomada de Arquine.

La casa de plástico o Aztecalita, como se le conoce de forma cariñosa, fue restaurada recientemente a partir de una investigación y estudio realizado por Juan Díaz Infante, en colaboración con un amplio equipo que participó en las diversas facetas de resane, carpintería, instalación eléctrica y decorado. El objetivo: convertirla en una pieza viva. La casita «no es una pieza contemplativa, es una pieza que reclama entender el discurso estético del arquitecto Díaz Infante y sumergirse en lo que llamo la ficha expandida: entender que en México hubo un arquitecto que también era inventor y que se autoproclamaba como arquitecto espacial».

Como arquitectura, agrega, «la casita permite una nueva lectura de muchos edificios de la Ciudad de México, no solamente del jardín del MAM. Descifrar la casita de plástico es volver a leer el edificio de la Bolsa Mexicana de Valores, Citibank, el Salón Corona, el Club Asturiano y la NASA. Un campo expandido de 10 cuadras donde se pueden observar siete sistemas constructivos distintos: plástico, vidrio, concreto, acero, un domo de 33 m de diámetro, un pico de esteroestructura de 35 m de alto, un sistema de construcción antisísmico y dos módulos antropométricos».

Casa Aztecalita. Juan José Díaz Infante

Juan José Díaz Infante, Restauración de la casa Aztecalita. Tomada de Arquine.

En suma, una obra que se posicionaba como kalikósmika y, a la vez, antikalikósmika: «Los kalikósmikos estaban a favor del vidrio espejo, el valor agregado, la internacionalización de la arquitectura, de poder llegar al espacio, de que PEMEX realmente fuese la riqueza del país que, como industria, sirviera a toda la sociedad». En contraste, «un antikaliskósmiko es aquél que prefiere la escena romántica, el aplanado, pintar su fachada, el estilo como definición de algo, resignado a una sola fórmula, escuela nacionalista y PEMEX para repartirse entre los trabajadores del sindicato». Así, la Aztecalita se puede ver como una arquitectura con ideología y pensada para la sociedad.

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