“Algún día los otros museos exhibirán esto”, se lee en el comunicado de Design of the Year 2015, el gran concurso de diseño del Museo de Diseño de Londres que repasa anualmente los proyectos más valiosos en categorías como arquitectura, moda, digital, producto, transporte y diseño comunitario. Sobre todas las iniciativas, el ganador total de la presente edición fue Human Organs-on-Chips —desarrollado por el Instituto Wyss. Es una familia de dispositivos que han sido programados para imitar las complejas estructuras de las células humanas. Los “órganos en chips” fueron diseñados para propósitos como pruebas cosméticas (típicamente realizadas en animales), así como para la investigación clínica de infecciones y enfermedades genéticas.

¿Qué tanto sucede en un año? Mientras en el Reino Unido se llevaban a cabo los procesos electorales para la elección general del Parlamento —realizada en mayo— , una larga lista de propuestas creativas (al menos algo más que la propaganda de los candidatos políticos) contendieron para diseñar, ¿por qué no?, un mundo mejor. (La comparación fue sugerida por un columnista del diario británico Telegraph, en un texto ilustrado por uno de los competidores: el coche eléctrico de Google que se maneja por sí mismo. )

¿Cómo vencer cualquier propuesta de la casa Google? El vehículo autopiloteado de una de las empresas más poderosas del presente. ¿O una brillante propuesta para reducir la hambruna? El equipo de científicos que produjo el objeto no tiene grandes antecedentes en el diseño, pero sin duda crearon una pieza que concierne a la disciplina. Y es que identificaron un problema crítico, y lo resolvieron con elegancia. ¿Acaso no es eso diseño?

¿Cómo predecir las reacciones de las células humanas? ¿Es este el fin de la experimentación con animales? El diseño del año habla del estado de la disciplina, donde se vive un momento de fuerte intersección con la ciencia. Los microdispositivos son construidos a partir de una proceso innovador que se deriva de la fabricación usada para producir chips computacionales. Son manipulados mecánicamente usando movimientos impulsados por el vacío para replicar los movimientos de los órganos. 

Paola Antonelli, la curadora de diseño y arquitectura del MoMA, señaló que el proyecto “es la epítome del diseño innovador — de forma bella y elegante, su concepto es notable y pionero en cuanto a ejecución.»

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[23 de junio de 2015]