Cn

David Lynch fotógrafo: The Factory Photographs

11.02.2014

Las diferencias entre el paisaje urbano y el natural pueden difuminarse. Ambas estructuran imaginarios de alto significado para la cultura contemporánea. Si en las civilizaciones primitivas se puede tomar a los astros o a los animales como referentes de deidades, en la nuestra no sería descabellado señalar al rascacielos o al centro comercial como sus equivalentes simbólicos.

Además, el paisaje urbano es susceptible de perecer, característica que aumenta sus posibilidades tanto expresivas como discursivas. Nada habla más del estado actual de la civilización que un edificio abandonado o el saqueo de un gran almacén.

En una serie fotográfica titulada The Factory Photographs, David Lynch recorre fábricas abandonadas de distintas regiones de Berlín, Polonia, Nueva York, Nueva Jersey e Inglaterra. Sus intenciones son más artísticas que documentales.

“Parecen catedrales”, dice el cineasta, fotógrafo y músico sobre las edificaciones decadentes que retrató. Para Lynch, son el sujeto idóneo para cualquier fotógrafo que trabaje en blanco y negro, dadas sus altas posibilidades de contrastes, formas y texturas. El cineasta habla del deterioro como algo fantástico; asegura que se puede encontrar una gran belleza en la oxidación de la maquinaria y en el lento proceso con el que la naturaleza invade las ruinas industriales.

Las 80 fotografías, tomadas desde la década de 1980 y exhibidas en The Photographers Gallery, reflejan la obsesión de Lynch por el paisaje hecho por el hombre, una constante en su trabajo fílmico que es notoria en Twin Peaks o Eraserhead. Una instalación de sonido —con el track Station, de su álbum The Air is on Fire— acompaña las imágenes con tonos sombríos; además, la serie está disponible en el primer libro de fotografía del director.

Escucha los soundscapes Porticos y Gray del álbum The Air is on Fire en el video de arriba.


[11 de febrero de 2014]

siguiente

Newsletter

Mantente al día con lo último de Gallery Weekend CDMX.