Andrés Jaque (Madrid, 1971) complementa su ejercicio arquitectónico con el arte y el activismo. En 2015 ganó el premio Young Architects Program –otorgado por el Museo de Arte Moderno de Nueva York– por Cosmo, una máquina depuradora de agua contaminada que posteriormente presentó en el PS1.

El nombre de su estudio, Office for Political Innovation, es fiel a su significado. Jaque ha construido espacios de encuentro que se adaptan al clima –como Escaravox (2012) que sirve como sombra para los visitantes del centro cultural Matadero, en Madrid— o acciones que buscan generar conciencia –como la conferencia-espectáculo Banquete del Litro de Petróleo (2007), que reflexiona sobre la cantidad de energía necesaria para producir los alimentos que consumimos.

El Museo Jumex presentará una exposición dedicada al arquitecto y su oficina del 11 de febrero al 10 de marzo de 2016. Como parte del programa, el performance Superpowers of Ten, realizado por Andrés Jaque y Office for Political Innovation, será realizado dentro de las actividades de Mextrópoli 2016,  en la plaza del Museo Jumex del 4 al 7 de marzo de 2016.

¿Qué querías ser cuando eras niño(a)?
Vengo de una familia de ingenieros navales y siempre pensé que sería constructor de barcos. Pero a los 16 años, en el colegio de Maine donde estudiaba, me apunté a unas clases de dibujo arquitectónico. Me gustó tanto que ya no volví a pensar en dedicarme a otra cosa.

¿Cuál es la principal virtud que encuentras en otra persona?
El entusiasmo. Lo valoro mucho. Me gusta la gente que hace que las cosas ocurran. Esa energía lo mejora todo.

¿Y defecto?
No sé, intento ser comprensivo con los defectos de los demás.

¿A quién admiras?
Admiro mucho a la gente que encuentra la manera de hacer cosas arriesgadas. Cuando construimos Ojalá (2014) formamos todo un grupo de gente que tenía habilidades inusuales. Cada uno se encargó de producir una parte del proyecto. No tengo duda de que eso hizo mil veces mejor el resultado.

¿A quién repudias?
Creo que a nadie. Pero sí es verdad que creo que hay que combatir la inmovilidad, la severidad y la falta de imaginación. Para mí son muy importantes el sentido del humor y optimismo frente a lo diferente.

¿Tienes algún artista preferido?
Muchos: Jeremy Deller, Juliana Huxtable, Ántoni Muntadas, Hito Steyerl…

¿Y escritor?
Tres escritoras: Noortje Marres, Isabelle Stengers y Albena Yaneva.

Menciona una canción que haya sido importante para tu obra o tu proceso creativo.
«Bad Girls» de MIA. También me encanta el montaje sonoro que hizo Jorge López Conde para Superpowers of Ten.

Fragmento del performance Superpowers of Ten, de Office for Political Inovation. Bienal de Arquitectura de Chicago, 2015.

¿Cuál es tu palabra favorita?
Muchas, las palabras son muy importantes para mí. En mi oficina siempre le dedicamos tiempo a inventarnos los nombres de nuestros proyectos. Escaravox, Cosmo, Tupper Home, Techno-Geisha… Por otro lado, siempre le doy importancia a las palabras por medio de las cuales conceptualizamos la arquitectura. Por ejemplo, para mí ha sido muy importante explicar que no vivimos en ciudades, sino en representaciones urbanas.

¿En qué época te hubiera gustado vivir?
Sin duda, lo que más me gusta es el aquí y ahora. Sobre esto no tengo nada de dudas. A mí la nostalgia no me funciona.

¿Qué haces en tu tiempo libre?
Yo no tengo tiempo libre. Lo mezclo todo. Me paso el día viendo cine, escuchando música, viajando y leyendo, pero forma parte tanto de mi vida privada, como de mi trabajo. Intento que todo vaya junto.

¿Cómo deseas morir?
Espero vivir mucho. Si dependiese de mi deseo, elegiría no morir.