Cn

Arte emergente: Cuatro quinientos en La Quiñonera

14.02.2013

Ser estudiante de arte en México no es empresa fácil, a la vida académica se suman otras dificultades y exigencias que determinarán el futuro de los alumnos.

De entrada, para la mayoría parece un dilema cómo generar las estrategias que los inserten en la escena del arte: mercado, galerías, exposiciones, curadurías, difusión, etcétera.

Si bien la calidad y pertinencia de la obra deberían de ser suficientes, tampoco aseguran que —para aquellos artistas jóvenes que ven como uno de sus objetivos esta inserción— el camino al éxito estará trazado. La realidad es que muchos de los estudiantes de arte terminarán ejerciendo trabajos que los alejarán de la producción cuando no del arte mismo.

En México, al menos desde la entrada del neoliberalismo, las becas que el Estado otorga a los artistas emergentes han sido una forma —no entremos en la discusión de sí es la mejor o no— de alentar la producción.

Cuatro quinientos es, en principio, uno de los resultados que arroja este sistema de becas. Alejandro Villalbazo —artista, gestor, tutor y curador— fue designado por el Focaem para seleccionar a los jóvenes artistas que en 2012 obtuvieron uno de los tantos apoyos que da el Estado; su labor no terminó como jurado, durante ese año trabajó de cerca con seis de los becarios en el proceso de sus proyectos. El producto de este proceso es la exposición que se presenta durante febrero y marzo en La Quiñonera.

El título de la expo alude a la cantidad que los artistas percibieron como becarios; la exposición incluye obra de Ángela Leyva, Israel Esquivel, Jesús Martínez Escobar, Ricardo Esquivel Chacal, Ulises Figueroa y Víctor Hugo Rodríguez.

La selección de Alejandro Villalbazo se fundamenta en la concepción de la pieza de arte no como un producto acabado, sino como proceso. De esa manera como espectador es posible acceder no sólo a obras, sino a los procesos de investigación de los chicos. De una investigación semiótica que recurrió a las redes sociales para significar distintos objetos (Ángela Leyva), una propuesta de cómo podemos hacer audible la gráfica (Jesús Antonio Martínez Escobar), a una exploración de un determinado contexto a través de técnicas arqueológicas (Ulises Figueroa), las obras son sobre todo indicadores de que la nave va, de que el arte joven está sucediendo. Y de que es necesario buscar los espacios y generar las opciones.

Dice el curador de la muestra que “no es fácil dedicarse al arte en este país”, pero siendo honestos en este país no es fácil dedicarse a casi nada. “Son los proyectos autogestivos, los ejercicios críticos y autónomos los que sacan la casta.”

La Quiñonera
Santa Cruz 111, Barrio de la Candelaria, Coyoacán
www.laquinonera.com.mx


[14 de febrero de 2013]

 

 

siguiente

Newsletter

Mantente al día con lo último de Gallery Weekend CDMX.