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Costa da Morte, una exploración audiovisual de la relación hombre-naturaleza

Reseña 27.03.2014

Patricia Ordaz

En su más reciente y premiado largometraje, Luis Patiño nos muestra la relación entre la identidad cultural y la naturaleza.

Paisaje. Una idea tan amplia y abstracta es el punto de partida de Lois Patiño para explorar la relación hombre-naturaleza. Con una sólida formación documental y afincado en los terrenos del videoarte y la experimentación visual, el director gallego ha hecho de este concepto su tema. Lo ha trabajado desde diferentes perspectivas, desde diversas distancias, en diferentes grados de relación con la cámara y con el espectador; en ejercicios (sobre todo cortometrajes) que van de la contemplación a la propuesta plástica radical de alteración de la imagen. Ahí radica la congruencia de este cineasta: todo trabajo previo tiene como finalidad seguir en la búsqueda del estilo de mirada que volcará sobre su objeto de creación.

Costa da Morte (2013) es su primer largometraje, homónimo de una región costera de Galicia, famosa por la belleza del conjunto de sus playas, montañas y acantilados envueltos en niebla que la cámara de Patiño recoge en planos contemplativos de larga duración. Sin embargo, esta región también es conocida porque desde el siglo XVI está inundada de leyendas que giran alrededor de los naufragios que han ocurrido debido a su peculiar geografía y su impredecible clima. Así, el director introduce un nuevo elemento para jugar con su concepto base: la identidad cultural. En los planos de naturaleza dominante podemos ver al ser humano pequeño, envuelto en fragilidad; no obstante, escuchamos su voz en primer plano. La palabra se convierte en un agente que dota de sentido: sin ella la región pierde esa aura de misticismo, es sólo naturaleza; si sus pobladores hablan de los naufragios y sus muertos, del mar y de los poderes curativos de las piedras de la región, es sólo porque la oralidad lo ha permitido.

La cinta ha sido presentada con éxito en festivales como Locarno y Rotterdam y fue galardonada como mejor película en la más reciente edición de FICUNAM. Heredero de la tradición de cineastas como James Benning, Patiño no traiciona sus exploraciones formales: cuando parece que finalmente entrará al universo humano retrocede y toma distancia. Una distancia desde donde nos invita a observar y trascender el paisaje real hacia algo más íntimo. El plano está retroalimentándose de nuestras emociones.


Patricia Ordaz es comunicóloga. Estudia un master en cine en Barcelona y tiene una maestría en comunicación por la UNAM.


[27 de marzo de 2014]

Patricia Ordaz

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