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¿Condenados a ser modernos? —México en la 14 Bienal de Arquitectura de Venecia

22.01.2014

En días recientes el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA) anunciaron la propuesta ganadora del proyecto que representará a México en la ansiada 14 edición de la Bienal de Arquitectura de Venecia, en junio próximo. El jurado —integrado por Francisco Serrano, Aurelio Nuño, Miquel Ángel Fernández, Ariel Rodríguez Kuri y María Cristina García Cepeda— seleccionó por unanimidad el proyecto ganador entre 29 participantes.

El equipo vencedor se integra multidisciplinariamente: los arquitectos Julio Gaeta —Doctor en Arquitectura por la Universidad Federal do Rio Grande do Sul, Porto Alegre, Brasil; con estudios de posgrado en la Escuela de Arquitectura de Nápoles, Italia— y Luby Springall —Arquitecta por la Universidad Iberoamericana de México y artista plástica con estudios de posgrado en el Royal College of Art de Londres, Inglaterra— trabajaron conjuntamente con la historiadora Catherine R. Ettinger, el museógrafo Salvador Quiroz y el diseñador Gustavo Avilés para la realización del proyecto.

Absorbing Modernity: 1914-2014 es el tema específico que propone Rem Koolhaas —curador de la bienal en su edición 2014— para cada pabellón. La intención es mostrar el desarrollo arquitectónico de cada nación durante la última centuria a partir de sus condiciones socioculturales, los sistemas políticos, estados de desarrollo, movimientos nacionales y movimientos arquitectónicos individuales, filosofías educativas y avances tecnológicos que permitan ilustrar la modernidad asimilada y la evanescencia de la singularidad nacional.

El equipo liderado por Gaeta y Springall tituló el proyecto del pabellón mexicano como Condenados a ser modernos, parafraseando al consagrado literato Octavio Paz en una de sus discusiones sobre tradición y modernidad. La entrecomillada “moderna” propuesta que ocupará el nuevo pabellón mexicano consiste en un modesto repaso visual de los últimos cien años de construcción en México, que si bien incluirá hitos genuinos de la arquitectura mexicana —como la Ciudad Universitaria, el desarrollo habitacional de Tlatelolco, las Torres de Satélite, la Casa Luis Barragán o la de Diego y Frida en San Ángel—, no parece evidenciar demasiado los fundamentos sociales, culturales, políticos y económicos de modernidad absorbida durante el último siglo.

La 14 Bienal de Arquitectura de Venecia se llevará a cabo del 7 de junio al 23 de noviembre en la ciudad italiana. El pabellón de México cambiará de sede al antiguo complejo naval y militar El Arsenal, dentro del circuito de pabellones internacionales, después de que el INBA negociara en septiembre pasado con la comuna de Venecia para sustituir la ex iglesia de San Lorenzo, adquirida en comodato en 2012, luego de que la administración actual del CONACULTA no contara con recursos económicos para el mantenimiento y restauración del lugar. Resulta irónico ver cómo la falta de presupuesto pone en evidencia los sistemas políticos, el estado de desarrollo y las filosofías educativas —paupérrimos todos— de nuestro querido México. Rem Koolhaas quería modernidad y arquitectura, le daremos una radiografía política y social.


A continuación la descripción del proyecto por Julio Gaeta y Luby Springall:

“La búsqueda de la modernidad nos llevó a descubrir nuestra antigüedad, el rostro oculto de la nación. Inesperada lección histórica: entre tradición y modernidad hay un puente. Aisladas las tradiciones se petrifican y las modernidades se volatizan en conjunción, una anima a la otra y la otra le responde dándole peso y gravedad”. —Octavio Paz

En México, tradición y modernidad se alternan, se combinan y se contraponen; el resultado es una rica producción arquitectónica y un discurso complejo. La propuesta aborda esa dualidad a través de ocho registros y una elipse luminosa; un recorrido tradicional y otro contemporáneo.

En una pantalla elíptica colocada en el centro de la sala se proyectan videos que presentan más de 70 obras, entrevistas y eventos históricos; a los lados —en una serie de paneles luminosos colocados sobre paredes rústicas— se exhiben ocho construcciones emblemáticas de la modernidad en México.

Los ocho registros operan como puertas de análisis desde las que se accede a la lectura de proyectos fundamentales de la primera, segunda y tercera modernidad; las obras de la contemporaneidad se exponen en otro formato en la elipse luminosa. Los ocho registros se desarrollan a partir de inquietudes centrales en la arquitectura mexicana del siglo XX; son ocho modos de aproximación que cubren búsquedas conceptuales: la búsqueda de lo propio, el diálogo con los grandes maestros internacionales, el uso de materiales y técnicas de construcción tanto nuevos como tradicionales, la solución de necesidades sociales, la colaboración de pintura y escultura con la arquitectura, la participación en la modernidad internacional, el hacer ciudad a gran escala y la relación de ida y vuelta con el resto de los países.

En la elipse luminosa se presentan —de manera entrelazada y sensorial— alrededor de 50 proyectos, 20 fragmentos de entrevistas y cápsulas audiovisuales de eventos histórico-sociales que han sido parte de la modernidad mexicana. Las imágenes, proyectadas sobre una pantalla de 2.80 metros de alto, acercan a los visitantes a la escala real de la arquitectura y buscan crear, a través de secuencias y relaciones, la sensación de habitar las obras.


[21 de enero de 2014]

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