Cn
LGM Studio . Fotografia de Arquitectura

Territorios comunes

Columna 01.11.2017

Juan José Kochen

El concreto ha tenido un papel fundamental dentro de la arquitectura mexicana. Juan José Kochen revisa algunas obras recientes.

La proporción y analogía en concreto funciona cuando hay comunes denominadores, territorios similares para interpretar y comprender más allá de la obra terminada. Los materiales y la tectónica en arquitectura son evidentes en cuanto encontramos estos lugares coincidentes. Si la materialidad de la estructura es constante, la libertad espacial adquiere rasgos característicos tanto por la tipología como por el lugar.

A principios del siglo XX, el cemento mecanizó la construcción arquitectónica durante el periodo posrevolucionario en México. Inició con la fundación de Cementos Hidalgo en 1906, la creación de Cementos Portland Monterrey y la apertura de la Planta Cementos Hidalgo en 1921. El material se introdujo en 1919 con una campaña propagandística destinada a conocer los beneficios del mismo, y así surgiría la revista Cemento en 1925, orquestada por Federico Sánchez Fogarty para propagar «el polvo mágico» con lemas como «el concreto es para siempre», «el concreto es la letra, el verbo de la arquitectura contemporánea», «la casa de concreto tiene la fortaleza de El Palacio de Hierro» o «se acerca el principio de la edad del concreto». En 1928 inició la edición de la revista Tolteca y continuó la tarea de difusión de su antecesora, con la única finalidad de promover el uso y aplicación del material.

En 1931 Cementos Hidalgo y Cementos Portland Monterrey se fusionaron para formar Cementos Mexicanos, y así se catapultó el uso del concreto. El material, como tal, se ha adaptado con agregados, premezclados y aplicaciones de construcción, ya sea por diseño, durabilidad, mecánica, resistencia y/o acústica. Más allá de la infraestructura e ingeniería, en arquitectura evolucionaría por la versatilidad del concreto pigmentado y expresiones en maderas, metales, baldosas de barro y ladrillos que acompañaron el diseño.

Tres obras inauguradas este año muestran estos territorios comunes más allá del concreto aparente o expuesto: el Centro Cultural Teopanzolco (Isaac Broid + PRODUCTORA) en Cuernavaca, el Edificio del Archivo Histórico del Estado de Oaxaca | Ciudad de los Archivos (Mendaro Arquitectos) y el Centro Cultural Comunitario Teotitlán del Valle (PRODUCTORA), ambos en Oaxaca. Volúmenes en concreto, techos inclinados, umbrales, celosías, dobles y triples alturas, patios interiores, jardines y mezcla de materiales locales convergen en estos tres proyectos públicos. Más allá de la materialidad y monumentalidad de las obras se vislumbra la sensibilidad por el territorio en diálogo con la historia del sitio y la inserción de arquitecturas contemporáneas.

Las coincidencias geográficas y narrativas muestran una apariencia tectónica de la estructura pero a la vez entrevén gestos interpersonales. Igual de significativos son los contornos esbozados, mientras que las interrupciones en los trazos revelan lo público del espacio por encima de su forma y condición. En los tres casos, por su carácter, condición social, cultural y comunitario, bien vale una visita en concreto.

PRODUCTORA, Centro Cultural Comunitario Teotitlán del Valle (2017).

Isaac Broid / PRODUCTORA, Centro Cultural Teopanzolco (2017).

Mendaro Arquitectos, Edificio del Archivo Histórico del Estado de Oaxaca | Ciudad de los Archivos (2017).

 

[1 de noviembre de 2017]

Juan José Kochen

Arquitecto y maestro por la UNAM con estudios de periodismo en la EPCSG. Escribió para Reforma, fue editor de Arquine, consultor del Infonavit y becario de la Graham Foundation, el Fonca y Conacyt. Es gerente general de Fundación ICA y profesor en la Universidad Iberoamericana y CENTRO.

TW: @kochenjj

siguiente

Newsletter

Mantente al día con lo último de Gallery Weekend CDMX.