En la primera mitad del año han saltado a la vista algunos proyectos colectivos de artistas emergentes que sostienen una mirada renovada respecto a las nociones del arte contemporáneo. Éstos tienen lugar en espacios independientes como La Quiñonera, La Panadería y Temístocles 44.

Las nuevas generaciones de creadores se han desempeñado en circunstancias muy distintas a las que, en la década de los noventa, vivieron los llamados “alternativos”: artistas que proponían otra mirada, diferente a la del arte oficial del momento. Entonces eran pocos los espacios que existían para exhibir un nuevo paradigma del arte postconceptual, pero hoy estas nociones se han propagado a nivel institucional, tanto en espacios privados como en los estatales.

En febrero pudimos presenciar, en la ciudad de México, el creciente fervor por el arte contemporáneo. En una sola semana sucedieron eventos como Zona MACO, Salón ACME y la recién creada feria satelital Material Art Fair, enfocada a exhibir propuestas de arte emergente a nivel nacional e internacional. Una de sus áreas estuvo enfocada al trabajo de colectivos y espacios independientes que se encuentran activos en la ciudad, como Bikini Wax, Casa Maauad, DIA, Diagrama, Grava, Lodos Contemporáneo, Lulu, Neter, No Space y Preteen.

Dos meses después se realizó la segunda edición de Collective Show en México, una serie de exhibiciones y eventos realizados por los mismos artistas que integran distintos grupos artísticos, proyectos curatoriales o espacios independientes locales. Esta edición se realizó en espacios de la colonia San Rafael, como Casa Maauad, Espacio Electromagnético, Lodos contemporáneo y La 77, así como en el Museo del Chopo en Santa María La Ribera.

En 2013 el evento presentó a varios colectivos de México y Nueva York en el extinto espacio físico del colectivo Neter, en San Pedro de los Pinos. Previamente se había realizado en Los Ángeles y Nueva York. La dinámica está inspirada en la red de espacios alternativos que en la década de los sesenta estuvieron intrínsecamente relacionados con el auge del arte que antecedió al contemporáneo, donde se dieron a conocer nombres como Yvonne Rainer, Vito Acconci, Gordon Matta-Clark, Ana Mendieta, David Wojnarowicz, David Hammons, Adrian Piper y Jimmie Durham.

Más recientemente, el 3 de mayo, se realizó el encuentro Boomerang. Por una red de Espacios Artísticos Independientes en La Quiñonera, coordinado por un “colectivo de colectivos”: Cráter invertido, La Curtiduría, Neter, (R.A.T.), Luz y Fuerza: cine expandido, y Tamara Ibarra, quien actualmente realiza una investigación sobre los espacios independientes de la ciudad.

En el evento se registraron 70 colectivos y acudieron alrededor de 200 artistas y curadores del Distrito Federal, Oaxaca, Chiapas, Estado de México, Puebla y Aguascalientes, para compartir sus propuestas y dialogar sobre posibles alianzas. En total se realizaron 36 mesas de discusión donde se abordaron temas como economía subjetiva, institucionalización, públicos, propiedad intelectual, gestión autónoma, arte social, educación artística, acciones colectivas, etc.

A su vez, el encuentro es consecuencia de una serie de reuniones previas que se desarrollaron en otros espacios como Neter, en julio de 2013, donde se realizó el primer encuentro de espacios independientes, en el que se presentaron entre sí los colectivos Cráter Invertido, Alumnos 47, La Trampa Gráfica Contemporánea, La Quiñonera, Casa Maauad, Atea, Bikini Wax OVO espacio, Casa Espirituosa, La Pajarera y Neter Proyectos.

En enero del año en curso, en el marco de la exposición Conquistando y construyendo lo común de Andreja Kuluncic, en el MUAC, se realizó el Encuentro de estrategias autogestivas y de autoorganización de grupos y espacios independientes de arte, convocado por Neter y moderado por Tamara Ibarra. En un primer momento se estimó que se presentarían proyectos de seis o siete espacios y que después, con todos los asistentes, se realizaría una sesión de discusión en torno a los temas planteados, con la intención de crear una red de contacto, intercambio y discusión sobre las dinámicas independientes.

Gracias a la difusión del MUAC y a las redes sociales, el evento desbordó las expectativas: los asistentes fueron multidisciplinarios —arquitectos, bailarines, actores, musicos, diseñadores, comunicólogos…— y buena parte de la sesión fue dedicada a la presentación de los colectivos.

La situación es clara: se están estableciendo redes sólidas de comunicación entre las comunidades culturales del presente, síntoma de la inquietud de las nuevas generaciones que están buscando sus propios caminos de difusión. Pero, ¿qué surgirá de todo esto? La pregunta queda en el aire, y aunque se pueda responder a la manera apocalíptica-modernista, con un “el tiempo dirá”, los nuevos creadores no esperarán ser reconocidos por la historia. Esperemos que esta serie de encuentros no se convierta en un tedioso parloteo y encuentre sus motivaciones más allá del microsistema del arte.

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[19 de junio de 2014]