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Still de Las playas de Agnès. Tomada de Film-Grab.

10 películas para conocer a Agnès Varda

Archivo Código 29.05.2020

Presentamos una selección de películas de Agnes Varda, conocida como la «abuela del feminismo» en el cine. Algunas de ellas las puedes ver en línea.

Llamada la abuela del feminismo en el cine y la precursora directa de la nueva ola, La nouvelle vague del cine francés, Agnès Varda (Bruselas 1928 – París 2019), acumuló más de 60 años de carrera, en los que transgredió las fronteras establecidas del cine.

En Código, recopilamos 10 películas fundamentales de su polifacética carrera aunque, ciertamente, todos aúnan a un legado que bien puede ser inabarcable. Algunas de ellas puedes verlas en línea a través de FilminLatino.

 

—La Pointe Courte (Francia, 1955)

El debut de Varda fue calificado por André Bazin, en la mítica Cahiers du Cinéma, como un filme milagroso, siendo admirado también por realizadores como Goddard y Truffaut. La película funge como antecedente directo de la nouvelle vague, y relata dos historias de manera paralela, una universal y una individual —la primera retrata la lucha de un grupo de pescadores de mariscos en el lago de Pointe Courte. Simultáneamente, la segunda retrata la relación problemática de una pareja, cuyos problemas son, fundamentalmente, existenciales —la pregunta «¿Qué es verdaderamente el amor?» impera a lo largo de la película—. Este filme asentó el estilo de Varda por alternar elementos documentales con una trama ficticia.

 

 

—Cléo de 5 a 7 (Cléo de 5 à 7, Francia, 1961)

 

A pesar de las buenas críticas, La Pointe Courte fue una desgracia comercial, lo que llevó a Varda, en la última mitad de los 50, a desarrollar pequeños filmes comisionados. Finalmente, pudo generar su siguiente proyecto en 1961: Cléo de 5 à 7. El filme retrata, precisamente, ese par de horas en la vida de una estrella pop, quien espera los resultados de una autopsia para determinar si tiene o no cáncer. Cléo de 5 à 7, de nueva cuenta, proyecta la unión entre documental y ficción, tratando de manera sumamente abierta temas como la guerra en Argelia (1950-60) y el advenimiento del pensamiento existencialista. Aunando a que el filme se presenta como una certera postura feminista, donde el rol de Clèo está decididamente controlado por los estándares sociales y la opresión a la que las mujeres se ven sometidas por los estereotipos masculinos.

Puedes verla en línea a través de FilminLatino.

 

—La felicidad (Le Bonheur, Francia, 1965)

La felicidad es la primera película de Varda asociada, de manera directa, a la nouvelle vague. El filme se plantea como un cuestionamiento filosófico con respecto a la idea de felicidad, ejemplificada a través de un matrimonio: el esposo, constantemente aspirando a mayor felicidad, encuentra una amante, y logra balancear de manera secreta su vida marital y su amorío; sin embargo, tras confesar su romance a su esposa, ésta aparece muerta. El filme está contextualizado por la explosión de los movimientos sociales de los sesenta, los cuales tienen su clímax en el 68.

 

—Daguerrotipos (Daguerreotypes, Francia, 1978)

Este documental establece una nueva línea dentro del trabajo fílmico, tanto para Varda como para el medio. La búsqueda es establecer un formato de documental antropológico, a partir de las vivencias y reminiscencias propias de la realizadora. Así, Daguerrotipos no sólo apunta a la afición de Varda hacia la fotografía, sino que también refiere a la vida que la documentalista lleva en la Rue Daguerre, en París, entrevistando, documentando, a los tenderos de los puestos, a los transeúntes. Entre reminiscencias y lo brutalmente usual, Daguerrotipos es un homenaje a la vida cotidiana.

 

—Sin techo ni ley (Sans toit ni loi, Francia-Gran Bretaña, 1985)

Filme de ficción que plantea una realidad social relativa a la desigualdad económica sufrida en Francia, especialmente en familias de inmigrantes. La película juega con la construcción temporal y narrativa, iniciando con el final: una mujer muerta entre la tierra, cubierta de escarcha. Así, con una intermisión de la voz de la directora (como mecanismo de ruptura de la cuarta pared), nos vamos transportando poco a poco a los sucesos que la llevaron a quedar en esa condición. Un réquiem a la vida y a las construcciones sociales que imperan desde mediados del siglo pasado.

 

—El universo de Jacques Demy (L’univers de Jacques Demy, Francia, 1995)

Varda ya había tratado la vida de su esposo con anterioridad, en películas como Jacquot de Nantes, o Las señoritas cumplen 25. Sin embargo, en esta ocasión, decide conformar un documental que se introdujera en la visión y el universo simbólico de su esposo, superponiendo reminisencias de actores, directores y amigos —para hablar de su vida privada y profesional— con escenas propias de Jacques hablando, o en su lecho de muerte. Un filme personal que se adentra en el cosmos profesional y personal de uno de los cineastas fundamentales de la Nouvelle Vague.

 

—Los espigadores y la espigadora (Les glaneurs et la glaneuse, Francia, 2000)

Quizá el filme más conocido de Varda, Los espigadores y la espigadora es un documental que trata el tema de la recolección como medio de vida, de subs istencia, de creación. Parte de la premisa de que ella, como directora, documentalista, es también una recolectora, una espigadora, que toma del mundo las imágenes que necesita para construir. La película inicia con un grupo de espigadores que recolectan los tubérculos que quedan en un campo de patatas ya pizcado y así, va avanzando hacia otros modelos de recolección, profundizando en los aspectos sociales, legales y políticos de la acción de «recolectar» como modo de subsistencia.El filme tuvo una secuela, Los espigadores y la espigadora… Dos años después, en el que la realizadora buscó dar seguimiento a los personajes presentes en el primer documental, continuando con la denuncia social de una sociedad de opulencia de deshecha más de lo que consume. Ambos sobresalen por su espontaneidad y su manejo de la cámara: video digital, casero, siempre llevada en mano de la directora. A la vez, alterna reflexiones propias de Varda respecto a su labor como cineasta y a su propia vejez.

Puedes verla en línea a través de FilminLatino.

 

—Las playas de Agnès (Les plages d’Agnès, Francia, 2008)

Es relevante considerar cómo, en la vida de un documentalista, después de explorar el mundo exterior, poco a poco va hundiéndose en la realidad interior, en la vida vivida. Así, Las playas de Agnès es un documental donde la realizadora habla sobre ella misma, recreando escenas y recuerdos a manera de una conversación con ella misma. Un filme que navega en el laberinto de la memoria, homologando el recuerdo con un mar —y varias costas.

 

—Cinévardafoto (Cinevardaphoto, Francia, 2010)

Cinévardafoto es una recopilación de recopilaciones, es decir: es un filme que conjunta tres cortometrajes de Varda, de 1954, 1963 y 2010, respectivamente, y que abordan, en conjunto, la preponderancia emocional de las fotografías. Cada uno de los documentales habla, a su vez, de artistas o de fotografías tomadas por la misma Varda, donde se entiende a ésta como un recurso de la memoria. Cinévardafoto es una elegía al placer que Varda siente por la fotografía, una manera de rememorar la primera labor que la ocupó.

 

Rostros y lugares (Visages villages, Francia, 2017)

El documental es una colaboración entre Varda y el artista callejero/fotógrafo JR, y parte de una inquietud mutua: la manera en que compartimos, exponemos y consumimos imágenes. Cada uno de ellos eligió su propio medio: Varda el cine, JR la fotografía y el grafiti. El filme narra la creciente amistad entre ambos artistas mientras transitan por pueblos alejados de las grandes ciudades francesas. Un estilo de road movie que tomó dos años en realizarse y que, fundamentalmente, trata de una búsqueda de personas: fotografiar gente común para luego intervenir espacios públicos con dichas fotografías. Rostros y lugares se estrenó en salas comerciales en México el 20 de abril del 2018.

 

 

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