Parece que el equipo de creativos de Chanel realizó un exhaustivo análisis de tendencias para desarrollar la colección Primavera 2015. A diferencia de otras temporadas, las colecciones s prêt a porter presentadas con anticipación en 2014 procuraron aproximarse al consumidor con un nuevo aire. Esta vez, Chanel espectaculariza la moda que ya usamos, presentando un pastiche de detalles, texturas y colores que responden a tendencias globales de consumo que estamos viendo en las calles, buscando simpatizar con el usuario real en un mundo real. Lagerfeld apuesta por aquello que las masas están consumiendo, pues las prendas son funcionales y jóvenes, repletas de  estampados de manchas de pintura, flores de tinta china, zapatos tipo oxford, accesorios metálicos, camisas de cuellos sartoriales cerrados hasta el último botón, maquillaje en tonos pastel… ¿Qué no es eso lo que ya hemos estado consumiendo? Chanel opta  por una estrategia que nos acerca a ellos y al mismo tiempo a nosotros mismos. Una marca que “podemos llevar” a las calles. (Incluso en las protestas sociales.)

¿La protesta como tendencia de moda?

En su interés por crear un espectáculo repleto de vínculos con el consumidor, los creativos hicieron de la entrega una representación del  ejercicio político inspirada en el flower power feminista de los años 60, remasterizado y estilizado de tal manera que el público pueda identificarse inmediatamente. Es evidente que el contenido de las consignas es soso y el discurso no pretende llegar muy lejos; más bien parece la ilustración de una protesta por el derecho a consumir, por enaltecer el estilo personal, la individualidad, y que la finalidad sea comprar el producto. Personalmente me gusta la manera en la que la moda puede fantasear, construir y destruir conceptos.

El acercamiento a la tendencia global de la protesta causó indignación, empatía o disgusto a la prensa especializada, pero las exigencias del consumidor en torno al show de moda son mayores y éste debe fungir como un medio en el cual la gente no se sienta excluida — como aquellos que ven los desfiles por internet, por ejemplo. Chanel no tenía nada que perder. Fue una protesta positiva que buscó absorber el verdadero significado de la problemática social. Sin embargo, nos recuerda por qué la firma francesa continúa revolucionando la moda; primero, por su fundadora y sus innovadoras incursiones en el vestido, después con Karl Lagerfeld, un diseñador que vive el momento y tiene el poder para convertir —casi— cualquier cosa en un símbolo enaltecido, aunque efímero.

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Montserrat Caballero  (México DF, 1986) es fundadora de la marca Sietefilos que debutó en 2014 a partir de un proyecto conjunto con la colección Pure Art as a Political Dress. Es fundadora de Taller Fashion Development, plataforma educativa de los procesos de la moda y colabora en varios medios especializados en la disciplina.

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[8 de enero de 2015]