En 2010 Carl Andre (Quincy, Massachusetts, EUA, 1935) se retiró de la práctica artística. No obstante, es evidente su colaboración en la más reciente exposición de su trabajo Carl Andre: Sculpture as Place, 1958-2010 en Dia:Beacon Art Foundation, en Nueva York. El resultado es favorable. Si la exposición es la primera retrospectiva de la obra de Andre en Estados Unidos desde finales de los sesenta, como lo anuncia la fundación, es inevitable cuestionar la razón de su ausencia. Posiblemente esté relacionada con la dudosa implicación en la trágica muerte de su esposa, la artista cubana Ana Mendieta, que luego de una discusión con Andre, falleció al “salir por la ventana” de un piso 34.

La exposición consigue reunir y traducir de forma precisa uno de los tres principios en la investigación del artista: el quiebre de la figura tridimensional y la forma de situarla en un lugar para permitir percibir a la escultura como espacio. Las tres secciones de la muestra —escultura, poesía y producción variada— se complementan en perfecta armonía, de manera que una secuencia cronológica vaga es suficiente para permitir una amplia percepción en la evolución del trabajo del escultor. Una memorable experiencia.

 Carl Andre arribó a Nueva York en 1957 para realizar esculturas en madera. Rápidamente le llamaron la atención las formas, las superficies y los pesos de materiales industriales sin alterar. Así, las esculturas reunidas en la exposición incluyen exploraciones en metales diversos, ladrillos y concreto, que retan la forma en la que nos relacionamos con la escultura tradicional concebida para caminar alrededor de ella. Curiosamente, 46 Roaring Forties (1988), un corredor de placas de metal que cruza el espacio, es la única pieza en la exposición sobre la que se permite caminar. Aunque la experiencia original es restringida, las esculturas de Andre consiguen cuestionar de múltiples formas el espacio al sugerir combinaciones alternas desde unidades que no están ensambladas de forma fija.

Por su parte, los retos y las preguntas sobre la materialidad de la escultura también se traducen en los poemas que escribió a máquina a lo largo de los sesenta. En esta sección se comparte la indagación de Andre hacia el entendimiento de la materia y del lenguaje como condiciones suscritas a un espacio que generan perspectivas de la realidad.

En el jardín de Dia:Beacon se presenta una reconstrucción de Joint (1968), uno de los primeros earthworks de Andre hecho con pacas de paja acomodadas en línea recta. Esta obra, sujeta a la erosión, así como las esculturas y poemas que se exhiben al interior, desmantelan enunciados preestablecidos siempre a favor del ingenio por recombinar —en juegos abiertos— las posibilidades críticas del arte.

Carl Andre: Sculpture as Place, 1958-2010 se presenta hasta el 2 de marzo de 2015 en Dia:Beacon Art Foundation bajo la curaduría de Yasmil Raymond y Philippe Vergne. Una versión reducida de la muestra viajará a España, Alemania y Francia entre 2015 y 2017.

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Daniela Pérez es una curadora independiente. Fue parte del equipo curatorial de la Bienal do Mercosul, Porto Alegre, Brasil, en septiembre de 2013. Entre 2007-2011, fue curadora asociada en el Museo Tamayo, donde curó entre otros proyectos y exposiciones, La marquesa salió a las cinco… Jorge Méndez Blake; I am a fe(MEN)ist de MEN;Crónicas de la ausencia. Óscar Muñoz y Rosangela Rennó. También ha trabajado en el Museu de Arte Moderna, Sao Paulo; New Museum, Nueva York; Museo de Arte Carrillo Gil, México. Colabora regularmente con textos para distintas publicaciones y ha impartido cursos/asesorías en las escuelas de arte La Esmeralda y Soma, ambas en la Ciudad de México. Obtuvo su maestría en Curaduría de Arte Contemporáneo del Royal College of Art, Londres.

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[29 de mayo de 2014]