La práctica artística contemporánea se define en gran medida por una crítica sobre los factores que intervienen en la presentación de una determinada práctica artística en un lugar específico. La pregunta ¿qué es el arte? se ve rebasada, pues en la actualidad lo que detona el interés es pensar en por qué es relevante presentar un proyecto en cierta ciudad o contexto sociopolítico, en relación a cuándo y cómo fue producido.¹ Algunos artistas han elegido desarrollar su proceso creativo con dichas circunstancias en mente, lo cual revela una serie de aspectos políticos que —en un principio— no son visibles del todo para el productor de imágenes que acepta las condiciones de exhibición tal y como son.

Más allá de montar los objetos de una cierta manera, preguntarse por el lugar que aloja al espacio de exposición y lo que posibilita su existencia simbólica abre un nuevo panorama para la producción artística. El poder institucional para presentar o desplazar proyectos que no sigan las pautas de una agenda gubernamental implica dos cosas: permite conocer el control que opera en los espacios dedicados a mostrar una perspectiva diferente de la realidad a través del arte y —a su vez— revela una brecha en la que las estructuras políticas manifiestan su potencial plástico para trabajar con ellas, en un proceso que puede vincular a otras personas dentro de un propósito que rebasa los límites del «mundo del arte» y dirige sus esfuerzos hacia una transformación de aspectos particulares de la vida.

Bandera de Arte Útil. Tomada de MUAC.

Tania Bruguera (La Habana, Cuba, 1968) es una artista que —con cierta ironía— declara su preferencia por trabajar en espacios donde sea complicado concebir su práctica como arte, caracterizada por la activación dispositivos coautorales que muestren las estructuras de poder desde el performance, la producción editorial, la educación y la organización política, por mencionar algunas. Las estrategias generadas en proyectos planteados a corto y largo plazo² desprenden consecuencias políticas de gran alcance, al dejar en claro que la práctica artística no se limita a la factura de objetos sensibles.

La exposición Tania Bruguera: Hablándole al Poder inaugurada el pasado sábado en el Museo Universitario Arte Contemporáneo es una oportunidad especial para aproximarse a una forma de producción artística sui generis, ya que —por primera vez en México— todos los proyectos a largo plazo que la artista cubana inició entre 1985 y 2017 han sido reunidos en una muestra; proyectos dedicados a la búsqueda de las oportunidades para dirigir el efecto emocional y simbólico del arte hacia una reflexión de las circunstancias políticas en distintas partes del mundo.

La inauguración de la muestra fue precedida por una conversación entre la artista y Lucía Sanromán, co-curadora de la exhibición, en la que explicó algunos aspectos de su obra, como su ya mencionada predilección a desarrollar proyectos en espacios no-dedicados ni pensados para reflexionar sobre el fenómeno artístico. Esta declaración plantea una pregunta: si un artista trabaja en lugares donde es difícil pensar su práctica como arte, ¿cómo afecta esta postura la aproximación del público a la obra al momento de ser presentada dentro de un museo de arte contemporáneo?

En este sentido, proyectos como Destierro (1998–1999) o Memoria de la Posguerra I, II, y III (1993/1994/2003) pueden parecer distantes de la experiencia inmediata del público: a pesar del registro, la presentación del Nkisi Nkonde³ y las publicaciones periódicas dentro de la lógica del museo —inertes e intocables— contrastan con el momento y las circunstancias bajo las cuales fueron producidas dichas obras, dejándolas en un plano documental.

Sin embargo, en el caso de otros proyectos como The Francis Effect (2014- a la fecha) —que consiste en una campaña política organizada para solicitar al Papa Francisco que otorgue la ciudadanía del Vaticano a todas las personas indocumentadas en el mundo— sí es posible entablar un vínculo entre el público y el resultado final de la pieza.

Destierro, 1998–99. Fotografía: Manuel Piña y José Alberto Figueroa. Tomada de MUAC.

La petición se escribe en una postal y posteriormente se coloca en una caja de cristal, junto con otras 10,000 solicitudes recabadas en otros museos y que —cuando el proyecto lo requiera— serán enviadas al Vaticano para terminar la obra. La presentación museográfica de The Francis Effect es complementada con un pedestal sobre el que se encuentra la urna llena de peticiones, en la que la altura desempeña un papel importante en el acto de la solicitud: los lápices y postales se encuentran en un área que invitan a arrodillarse para escribir cómodamente. Frente a la caja y en dicha posición, se aprecia una manta de varios metros de largo correspondiente al proyecto Movimiento Inmigrante Internacional (2010- a la fecha), en la que está impresa la imagen de todos los continentes unidos en una especie de Pangea, con la leyenda «La dignidad no tiene nacionalidad» en la base, sobre un fondo azul reminiscente al utilizado por la ONU.

Vista de Movimiento Inmigrante Internacional (2010- a la fecha) y The Francis Effect (2014–a la fecha). Tomada de MUAC.

Un aspecto a subrayar de la muestra es la «actualización»⁴ de proyectos a largo plazo —como la Asamblea del Partido del Pueblo Migrante—, así como el desarrollo de otros nuevos. Tal es el caso de la Escuela de Arte Útil, iniciativa comisionada por el Yerba Buena Center for the Arts que toma una de las salas del MUAC para abrir una escuela completamente funcional, a partir del modelo de su proyecto anterior Cátedra Arte de Conducta (2003–2009), realizado en la casa de la artista en la Habana. Acorde a lo estipulado en la convocatoria del programa educativo, el concepto de arte útil «proviene de una necesidad de enfrentar los retos de los artistas hoy en día, con el propósito de explorar las posibilidades que tiene el arte de ser un instrumento para cambios sociales y políticos».

Use the Museum. Tomada de Arte Útil. Una réplica de esta leyenda se encuentra afuera del MUAC.

El planteamiento de Escuela de Arte Útil busca subvertir la imagen de los museos como espacios de contemplación para dar paso a una perspectiva de ellos como catalizadores de procesos creativos que puedan devenir en estrategias artísticas desarrolladas en colaboración con otras áreas profesionales.

Tania Bruguera: Hablándole al poder muestra las pautas del planteamiento artístico de la artista, interesada en una estética del arte que no viene de la teoría, sino que se teje desde el mismo desarrollo de los proyectos. En el cuerpo de trabajo planteado por Bruguera, la obra de arte se entiende como plataforma para la acción que permite la circulación de discursos, orientados por la urgencia de producir un cambio tangible en este conglomerado de interpretaciones, verdades y mentiras llamado «realidad».

1.- Aunque estas preguntas sean pertinentes al proceso creativo de los artistas, no son ajenas a la reflexión que nosotros como público generamos al relacionarnos con las obras que conforman alguna exposición.
2.- «Bruguera divide su práctica en el arte del performance entre actos a corto plazo —eventos singulares y gestos políticos— y proyectos a largo plazo. Actos a corto plazo se caracterizan por su apropiación incisiva de imágenes, eventos icónicos y propaganda de poder, que luego reestructura como gestos disruptivos con el objeto de impactar y movilizar a las personas a la acción. Los proyectos a largo plazo van más allá de la representación y buscan crear instituciones y plataformas democráticas, proponiendo futuros políticos más incluyentes.» Información sobre la muestra revisada en la página del MUAC. Consultado el 14 de mayo del 2018.
3.- «(…) fetiche religioso principalmente oriundo del Congo, que se utiliza por los practicantes de esta religión animista para pedir deseos al objeto, que está «cargado» o activado con reliquias o partes corporales de un difunto, cada clavo en el objeto es un deseo cumplido. […] Destierro (Displacement) es un modo alegórico de acercase a la realidad cubana y a las promesas sociales hechas y nunca cumplidas. La íntima relación del pueblo cubano con las religiones afrocubanas hace que esta acción pueda ser entendida por el público en general. Como consecuencia, cuando fue realizada en las calles de la Habana el día del cumpleaños de Fidel Castro en el año 1998 se constituyó en una peregrinación popular que marchó detrás del ícono, seguido, adorado, temido y en quien se han invertido esperanzas, deseos y esfuerzos por reclamar y restituir las promesas sociales echas por el gobierno cubano a su pueblo.» Consultado en la página de la artista el 14 de mayo del 2018.
4.- En el contexto de la exhibición, la actualización consiste en «(…) reformularla en relación con la situación original que la generó, haciéndola pertinente con el contexto político de hoy.» Consultado en una cédula colocada cerca del proyecto Homenaje a Ana Mendieta (1985-96) dentro de la exposición.
5.- Escuela de Arte Útil iniciará actividades del 7 de agosto al 7 de septiembre, dentro de la sala dedicada a la exposición Tania Bruguera: Hablándole al poder. Para mayor información, se recomienda consultar el siguiente enlace.

La exposición Tania Bruguera: Hablándole al Poder estará abierta al público en el MUAC hasta el 9 de septiembre del 2018.