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Dr. Lakra, Untitled (toruko), 2017. Fotografía de Omar Luis Olguín. Cortesía del artista y kurimanzutto.
Vista de sala. Cortesía del artista y kurimanzutto.
Dr. Lakra, Untitled (akuma no on'na), 2017. Fotografía de Omar Luis Olguín. Cortesía del artista y kurimanzutto.
Dr. Lakra y Abraham Cruzvillegas, Los dos amigos, 10, 2018. Cortesía del artista y kurimanzutto.

Dr. Lakra en kurimanzutto: Lo apolíneo y lo dionisíaco

Reseña 07.06.2018

Manuel Guerrero

La reciente exposición de Dr. Lakra en kurimanzutto revisa la figura del sabio oriental a través de dibujos hechos con técnicas japonesas.

En su tercera exposición en la galería kurimanzutto, Dr. Lakra presenta una selección de dibujos que emplean la técnica de dibujo sumi-e desarrollada originalmente en China e introducida posteriormente en Japón durante el siglo XIV, en las prácticas de los monjes del budismo zen. Aunado al trabajo gráfico de tinta china y papel de arroz que muestra figuras reminiscentes al folklor chino y japonés, la exhibición presenta las piezas del proyecto realizado junto a Abraham Cruzvillegas, titulado Los dos amigos, que consistió en el embotellamiento y diseño de etiquetas de varios litros de mezcal traído de Oaxaca, tarea realizada a través de los años y que ha revelado intereses estéticos entre ambos artistas.

Vista de sala. Cortesía del artista y kurimanzutto.

La asociación entre los motivos tratados en los dibujos de Dr. Lakra y el trabajo en las botellas, en un principio, parece establecida únicamente por la figura del artista que participó en la factura de las piezas, sin embargo, en la medida en que avanzamos por la exposición y analizamos las imágenes, es posible comprender que el vínculo va más allá de eso.

Además del tratamiento dibujístico que alude de manera directa al Shan shui chino y el sumi-e —por cuestiones relacionadas con la composición y tratamiento de los personajes—, algunos motivos recurrentes en cada una de las imágenes son los órganos sexuales masculinos personificados como humanos, el consumo de sustancias psicotrópicas y, especialmente, la figura del monje entregado a las trampas de las que juró alejarse en aras de alcanzar el satori, lo cual deviene en un semblante demacrado y que, a pesar de ello, irradia un halo de luz detrás de su cabeza.

Dr. Lakra, Untitled, 2017. Cortesía del artista y kurimanzutto.

En contraste con las pinturas clásicas del budismo zen, la iconografía presentada por Dr. Lakra construye una antítesis de los preceptos de iluminación basada en un ascetismo total. El artista apuesta por la escuela dejada por el lama Drukpa Kunley, destacado Nyönpa1 que planteó métodos que iban en contra de las tradiciones budistas ortodoxas y su moral: rayando en una vida que podría considerarse propia de un loco, Kunley prefería la vida indigente lejos de los monasterios, la dieta variada y los múltiples encuentros sexuales. Así, podemos observar imágenes en la serie que muestran sabios ermitaños que fuman o beben.

Si recordamos a filósofos como Diógenes de Sinope o al dios griego Dioniso, estos modos de vida «explícitos» no son ajenos a la historia occidental. Sin embargo, hasta la fecha persiste el tabú sobre la realización de imágenes alusivas a formas fálicas y conductas generadas por la embriaguez. Aunque más de un siglo nos separe de las ideas planteadas por Friedrich Nietzsche en El nacimiento de la tragedia (1872), la crítica a la sociedad moderna manifestada por el filósofo alemán mantiene una vigencia —independientemente del país y su historia—. La lucha entre los espíritus apolíneo y dionisíaco toma lugar en el terreno simbólico de los dibujos de Dr. Lakra ya que, a pesar de ser productos asociados con el ensueño de Apolo, el trabajo presentado pone en evidencia las contradicciones entre moral y cultura que subyacen a la vida cotidiana.

Dr. Lakra, Untitled, 2017. Cortesía del artista y kurimanzutto.

A pesar de que la reproducción y el erotismo sean aspectos indisociables de la realidad humana, en la plática habitual no son tratados de manera clara y son censurados, pero —por otro lado— conforman un reclamo válido para alentar el consumo de algún producto. Si bien esta situación ya había sido develada por Sigmund Freud en obras como El malestar en la cultura (1930), la neurosis ocasionada por la represión de estas pulsiones todavía forma parte de la dinámica social contemporánea, pues sigue resultando extraña la representación directa de ciertos motivos de carácter sexual.

Dr. Lakra señala los puntos de inflexión entre cultura y moral desde un contexto artístico, lo cual nos lleva a preguntarnos sobre el empleo de las formas y símbolos que constituyen esta selección de obras. ¿Cómo el lenguaje visual clásico de China y Japón nos permite comprender nuestro contexto actual? Es una pregunta compleja que requiere una consideración especial, pensando en la circunstancia del arte contemporáneo en la que, si bien carece de una definición precisa, se advierte una ruptura con distintas tradiciones artísticas.

En este sentido, las técnicas asiáticas empleadas por el artista podrían parecer incompatibles con la dinámica general que el público imagina cuando se habla de arte contemporáneo. Pero verlo de esta forma sería una perspectiva limitada: las prácticas artísticas actuales implican —además de un proceso de investigación documental y teórico— una exploración técnica para realizar los proyectos.

Con lo anterior en mente, es pertinente señalar que la condición técnica de un trabajo conlleva cuestiones simbólicas específicas, especialmente cuando se retoman estrategias plásticas practicadas durante siglos. En el caso de la exposición de Dr. Lakra, esto fue contemplado desde la realización de las piezas individuales hasta las condiciones museográficas: las estructuras sobre las que están presentadas las piezas de Los dos amigos refieren a la forma de la esvástica, un símbolo de enormes implicaciones religiosas que tiene una relación con el ciclo de vida, muerte y reencarnación contenido en el concepto hinduista del Samsāra. Aquí, Dr. Lakra intenta desligar las connotaciones negativas atribuidas durante la segunda guerra mundial para así reconocer su valor olvidado.

Plano de exposición. Cortesía de kurimanzutto.

A partir de esta forma de presentar las botellas que contienen el mezcal —una bebida ritual por sí misma— y el antecedente de la escuela budista a la que apela el artista, se esclarece la posibilidad de encaminarse hacia un estado de iluminación por medios divergentes del purismo, una cualidad afín a las escuelas budistas más reconocidas y la estela filosófica occidental entregada a la razón como una vía de redención espiritual.

Sin dejar a un lado el aspecto humorístico que envuelve gran parte de su obra, Dr. Lakra recurre a un conjunto de narrativas visuales de largas raíces históricas para elaborar un comentario oportuno sobre el contenido y circulación de las imágenes socialmente aceptadas. Al pensar en las formas de trabajos previos, las cuales retoman aspectos de la cultura popular generada en torno a la producción de tatuaje, la línea estética que emerge al recorrer la exposición deviene en la provocación de una especie de corto circuito en la idea del arte como actividad intelectual apartada de una realidad caleidoscópica.

De esta forma, el artista propone a la discusión contemporánea la urgencia por mirar lo que sucede en otros ámbitos y partes del mundo. La producción y reflexión del arte no empieza ni termina en el espacio de exhibición, pues esta se nutre de lo que se vive al margen del ascetismo del «cubo blanco». Lo que aguarda en la oscuridad del inconsciente colectivo es el espíritu de Drukpa Kunley que desea, más que llevar a cada individuo a su destrucción por medio de la fiesta y la embriaguez, establecer un equilibrio entre el instinto y la cordura que conduzca a una iluminación honesta con la naturaleza humana.

La exposición de Dr. Lakra en Kurimanzutto estará abierta hasta el 4 de agosto del 2018.

1 El término refiere a un individuo o grupo de yogis budistas tibetanos conocidos por sus estilos de enseñanza inusuales. La traducción más aproximada al español de este término sería «los locos.»

 

Manuel Guerrero

Ha participado en más de quince exposiciones colectivas y encuentros de arte sonoro en México, Reino Unido, Japón y España. A la par de la producción artística, ha escrito para más de doce plataformas dedicadas a la reseña y crítica de arte.

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Vista de sala. Cortesía de Kurimanzutto.

Dr. Lakra, Untitled, 2017. Cortesía del artista y kurimanzutto.

Dr. Lakra, Untitled, 2017. Cortesía del artista y kurimanzutto.

Plano de exposición. Cortesía de Kurimanzutto.