La migración se entiende como un fenómeno natural: los seres vivos migran por motivos de supervivencia, de adaptación, de búsqueda de mejores oportunidades de desarrollo. La situación política y social actual ha potenciado la situación migrante, generando una crisis de refugiados alrededor del mundo. Destaca la situación en Siria y Europa, donde la afluencia de migrantes ha generando movimientos sociales, artísticos y culturales para responder a la crisis humanitaria; sin embargo, no somos ajenos a aquella situación: con la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, se ha desatado una marea social con respecto al trato que reciben los migrantes.

Los crecientes campos de refugiados que se han quedado sin hogar por guerras y desastres naturales se convertirán en las ciudades del futuro. La idea es de Kilian Kleinschmidt, uno de los líderes mundiales en el ámbito de ayuda humanitaria. Así, nos preguntamos: ¿cuáles son las propuestas del diseño, el arte y la arquitectura para cimentar las bases de estos territorios? Una ciudad, ese «atajo de equidad» tan perseguido por Alejandro Aravena, requiere de un diseño habitable y espacios dignos para la integración de sus habitantes, seguridad, servicios, etc. Y al centro de todo: belleza. No ornamental sino funcional, definitiva.

Revisamos 10 propuestas que reflexionan —actúan y proponen— con respecto a esta situación de incidencia a nivel mundial.

—Prototipo de refugio para emergencias (RD Shelter) de Suiss, 2009

La agencia Suiss lleva siete años desarrollando una tipología de refugios. RD Shelter está hecho de un material plástico comúnmente usado para hacer techos. Son opacos, a prueba de viento y de agua, y pueden albergar a dos adultos y dos niños. Cuentan con seguros internos y un apartado para almacenar despensa en la parte superior. Actualmente el proyecto está en busca de financiamiento para ser concretado.

Suiss Studio, RD Shelter, 2009. Tomada de la web del despacho.

—Dismal aid, de Bansky, 2015 – 2016

A finales de 2015 Banksy donó todos los materiales usados en Dismaland —su parque distópico de diversiones— a un refugio en Calais que actualmente da hogar a siete mil refugiados sirios. Madera y estructuras metálicas fueron utilizadas para construir nuevas casas —incluso el letrero que daba nombre al proyecto ha sido instalado en la zona. En diciembre pasado el grafitero agregó un stencil con la imagen de Steve Jobs, cofundador de Apple, cargando una computadora y un saco, aludiendo su origen (el padre de Jobs es un migrante sirio). Más recientemente, el artista dejó otra huella de su postura frente a la situación, esta vez en Londres. Se trata de la pequeña Cosette, personaje de Los Miserables e icono de la cultura popular francesa, envuelta por una nube de gas. La crítica se orienta a censurar el uso de gas lacrimógeno contra los migrantes que tratan de cruzar la frontera a través de los túneles de Calais.

Banksy, Dismaland, 2015-2016. Tomada de Dailymail.

—El otro coyote, de Alfredo Gutiérrez, 2017

El mensaje de este proyecto es claro: «No te conozco, pero me importas». Este proyecto busca posicionarse en distintos puntos del recorrido que migrantes —especialmente sudamericanos— realizan para llegar a Estados Unidos. La primera de estas esculturas está instalada en Tultitlán, en el Estado de México, uno de los puntos por donde pasa La Bestia, tren que es usado por los migrantes para llegar al norte del país. La escultura, llamada El otro coyote, pensada por el tijuanense Alfredo Gutiérrez, funge como punto de reunión, quizá un poco como roca de guía, en el camino: punto de descanso, de encuentro y de apoyo para los migrantes. La estructura misma permite alojar en su interior víveres para los migrantes que van de paso, así como fungir como tablero para la escritura de mensajes. Además, contiene un mapa de los diferentes puntos del trayecto y una guía de las casas de refugiados y ONGs de apoyo al migrante presentes en el país.

Alfredo Gutiérrez, El Otro Coyote, 2017. Tomada de Vice.

—Cesión de derechos: Autoprogettazione, de Enzo Mari, 2015

El diseñador italiano Enzo Mari concedió derechos para la reproducción y comercialización de algunos de sus diseños a los refugiados de África del Oeste que forman parte del programa educacional CUCULA. La obra modernista de Mari que está siendo replicada por los refugiados forma parte de la línea de muebles Autoprogettazione con el fin de financiar el programa de apoyo. En 1974 el diseñador creó el manual Autoprogettazione como una guía de diseño para construir el mobiliario a partir de materiales básicos, usando sólo clavos y martillos. La idea de utilizarlo con estos fines surgió de Sebastian Däschle, quien luego de impartir un taller a los refugiados para mostrar los principios de diseño y construcción de Mari, pidió apoyo a la firma. Las piezas fueron construidas con madera inutilizada de algunas caballas, así como tablones provenientes de los botes que los refugiados usaron para viajar a Lampedusa, isla italiana que ha funcionado como un punto de acceso a Europa.

Enzo Mari, Autoprogettazione, 2015. Tomada de Dezeen.

—Flowers for Immigration, de Lizania Cruz, 2017

La propuesta fue creada por Lizania Cruz, diseñadora de origen dominicano que radica en Nueva York. Flowers for Immigration busca contar las historias personales de inmigrantes no documentados a través de arreglos florales. Día con día, estos trabajadores se dan a la tarea de diseñar arreglos florales para neoyorquinos, como un medio de expresión personal. Así, Lizania Cruz se dedica a documentar estos arreglos y volverlos visibles, como un mecanismo de expresión y de enunciación de las voces migrantes.

Lizania Cruz, Flowers for Immigration, 2017. Tomada de la web de la artista.

—De Voorkamer, de Pim van der Mijl, 2015

Egresado de la Academia de Diseño de Eindhoven, Van der Mijl propuso la creación de un espacio comunal para ayudar a difuminar las barreras culturales, económicas y políticas de los habitantes de algunas comunidades locales de Holanda y los refugiados sirios que han llegado a ellas. De Voorkamer significa «la sala», una sala para todos diseñada como un ambiente doméstico para quienes busquen asilo y un espacio de socialización para locales. Un piloto de dos meses del proyecto fue establecido en Haren, localidad en los Países Bajos. Participaron ocho refugiados y el diseñador documentó el proceso con una serie de fotografías.

Pim van der Mijl, De Voorkamer, 2015. Tomada de Deezen.

—Capa para refugiados, Grupo de estudiantes del Royal College of Art

A propósito de la crisis de refugiados sirios, un grupo de estudiantes del Royal College of Art, en Londres, han diseñado una capa inspirada en las necesidades de esta población. Aún en fase de prototipo, la prenda se transforma en una tienda para acampar o en una bolsa para dormir. Está hecha de Tyvek, un material sintético parecido al papel y está aislada con Mylar, un tipo de poliéster típicamente usado para mantener calientes a los corredores de maratón.

Grupo de estudiantes del Royal College of Art, Capa para refugiados. Tomada de Fast Company.

—Borders, de Gonzalo Álvarez, 2017

Cada vez más —y con mayor razón— se entiende a los videojuegos no como meros entretenimientos, sino como expresiones artísticas completas que permiten transmitir nociones e ideas profundas. Así, Gonzalo Álvarez, estadounidense de padres mexicanos, desarrolló un juego cuyo objetivo es cruzar la frontera. Su meta no es crear una pieza artística, sino abrir otro canal de diálogo con respecto a lo que acontece con los migrantes que buscan cruzar la frontera y que, en Estados Unidos, viven una situación de odio. Uno de los aspectos más interesantes del juego, además de su dificultad y de su estilo —animado en pixel-art—, es el hecho que cada jugador deja una huella, un rastro, en el juego: quien logra cruzar la frontera, escribe su nombre en una tabla de ganadores; quien muere en el intento, deja su cadáver en el desierto, cuerpo que permanece y puede ser visto por todos los jugadores, apuntando al anonimato propio del migrante y su situación.

—Arquitectos con la gente, 2016

Arquitectos con la gente es una ONG que busca reafirmar el compromiso social de la arquitectura, trabajando e investigando temas de hábitat y calidad de vida con personas que viven en situaciones desfavorecidas. Desde su formación, han destacado por trabajar con respecto a la situación de inmigración en el país, en específico con lo relativo a la ruta migrante: han generado un proyecto de mapeo de los puntos nodales de la ruta migrante, así como diseño de albergues y de puntos de ayuda.

—Ruta del peregrino, varios creadores, 2010

La migración es también un fenómeno periódico, del mismo modo en que, digamos, las aves emigran en invierno. En este proyecto, un conjunto de 7 arquitectos, artistas y diseñadores, se encargaron de generar el proyecto de La ruta del peregrino, una de las rutas de migración religiosa más tradicionales del estado de Jalisco en México. El fin es que los devotos lleguen al santuario de la Virgen de Talpa. Así, este proyecto busca generar una ruta de contemplación artística y, a la par, de refugio para los peregrinos que buscan llegar a su destino. Esta ruta existe desde el siglo XVII y, de manera anual, se realiza el peregrinaje de 117 kilómetros a lo largo de las montañas jaliscienses. Destaca, con esta visión social de brindar un hogar a los peregrinos, el proyecto de albergues de Luis Aldrete, quien conjuga la arquitectura con el paisaje natural de la demarcación.

Luis Alderete, Refugios Estanzuela + Atenguillo, 2010. Fotografía de Iwan Baan.