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Estudio fi arquitectos, Instituto Alumnos, 2018. Cortesía de Estudio fi arquitectos + Fundación Alumnos.

Instituto Alumnos, un espacio para el arte y la educación

Destacado 01.08.2018

Manuel Guerrero

El nuevo espacio de la Fundación Alumnos explora las posibilidades que tiene el arte para alentar metodologías de enseñanza en México.

Desde su creación en 2011, Fundación Alumnos ha desempeñado un papel crucial en la escena artística contemporánea de México por su interés en alentar un pensamiento crítico entre la sociedad mexicana, mediante la colaboración constante con otras instituciones culturales.
Por iniciativa del coleccionista mexicano Moisés Cosío, en colaboración con la curadora Patricia Martín, la fundación comenzó a gestionar su presencia en la capital mexicana a través de una biblioteca pública con material bibliográfico de arte contemporáneo, que llevó por nombre «Alumnos Móvil» e hizo su primera aparición en 2012. A partir de esta iniciativa, estableció sus actividades el mismo año en el número 47 de la calle Alumnos de la colonia San Miguel Chapultepec, con un curso de fondos para el sector cultural y artístico. Tras siete años de llevar a cabo proyectos curatoriales como Sincrónico, Proyecto Líquido, Kiosko y TONELADA, Fundación Alumnos ha abierto un centro de investigaciones que seguirá impulsando la reflexión sobre las prácticas artísticas contemporáneas, pero esta vez desde un espacio propio: no en su sede de San Miguel Chapultepec, sino en un otro edificio ubicada en Jardines del Pedregal. Esta nueva iniciativa lleva por nombre Instituto Alumnos, y se enfocará en impulsar el proceso de formación de los docentes y artistas interesados en el vínculo entre arte y educación.

Estudio fi arquitectos, Instituto Alumnos, 2018. Fotografía de Onnis Luque. Cortesía de Estudio fi arquitectos + Fundación Alumnos.

Instituto Alumnos ocupa una bodega ubicada y servirá también para albergar y difundir la colección de arte de Moisés Cosío, que se caracteriza por una selección cuidadosa de arte contemporáneo que trata cuestiones políticas.
El proyecto de rehabilitación estuvo a cargo de Fernando Ituarte de estudio fi | arquitectos, quien nos cuenta. «Es un edificio de depuración más que de construcción. Para nosotros es importante aprender a trabajar con las preexistencias». Esta actitud queda patente en las afinidades con la misión de Instituto Alumnos: detonar procesos educativos desde el arte implica retomar los precedentes prácticos, presentes en cada una de las obras de la colección.

Estudio fi arquitectos, Instituto Alumnos, 2018. Cortesía de Estudio fi arquitectos + Fundación Alumnos.

Instituto Alumnos tiene una serie de salones y un espacio de exhibición —localizado en la planta alta— para las obras de la colección, algunas de ellas montadas en mamparas de metal que se pueden desplazar a lo largo del espacio, lo que permite reconocer y trabajar con los límites de una bodega, una galería, una colección y un espacio para la educación.
Las aparentes diferencias entre los salones y el espacio de exhibición que constituyen el Instituto Alumnos, lejos de plantear una división de sus actividades, atienden a un esquema de organización complementario, en el que el espacio para las obras podrá constituir una sala en la que se discutan las ideas que se gesten durante las sesiones. Ituarte comparte: «Es un proyecto que es taller y almacén al mismo tiempo. Puede estar en movimiento y en pausa según se requiera».

Bárbara Bang —directora del espacio— explica que las actividades del instituto Alumnos estarán orientadas por el concepto de «arteducación»: un binomio teórico que, según sus palabras, «fue tratado de manera directa o indirecta por diferentes artistas alrededor del mundo, pero que no se ha estandarizado en los sistemas de enseñanza actuales, permitiendo un margen de libertad para experimentar y proponer dinámicas enriquecidas con las perspectivas de personas clave de la comunidad del arte a nivel nacional e internacional».
Una de las primeras actividades programadas en el Instituto Alumnos —que sirve como carta de presentación para el proyecto— es PLASMA. Un seminario intensivo que parte de las nociones de «Protesta», «Contexto» y «Sociedad». El cuerpo de tutoras para este grupo de estudio estará conformado por Jessica Berlanga —curadora de Fundación Alumnos—, Mônica Hoff, Renata Cervetto, María González y María Acaso, quien se desempeña como directora educativa en el Museo Reina Sofía. Las tutoras retomarán una selección de piezas de la colección de Cosío para proponer planes de estudio y discursos relativos al concepto arte-educación.
Con estos planteamientos en la agenda, el Instituto Alumnos examina las posibilidades del arte para definir y alentar el desarrollo de metodologías críticas de enseñanza en México.

 

Manuel Guerrero

Ha participado en más de quince exposiciones colectivas y encuentros de arte sonoro en México, Reino Unido, Japón y España. A la par de la producción artística, ha escrito para más de doce plataformas dedicadas a la reseña y crítica de arte.

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Estudio fi arquitectos, Instituto Alumnos, 2018. Fotografía de Onnis Luque. Cortesía de Estudio fi arquitectos + Fundación Alumnos.

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Estudio fi arquitectos, Instituto Alumnos, 2018. Cortesía de Estudio fi arquitectos + Fundación Alumnos.