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Adelita Husni-Bey, The Council, 2018. Tomada de MoMA.
Aida Muluneh, Strength in Honor, 2016. Tomada de MoMA.
Still de Yazan Khalili, Hiding our faces like a dancing wind, 2016. Tomada de MoMA.

Being: New Photography 2018 en el MoMA

Destacado 22.05.2018

Manuel Guerrero

La nueva edición de la bienal de fotografía del MoMA parte de una exploración curatorial sobre la práctica fotográfica en el entorno digital.

Producir imágenes es algo inherente a la condición humana. Dar cuenta de un evento que atrae nuestra atención o del cual nos interesa dejar un registro —independientemente del material y soporte que se elija para tal motivo— es una actitud que se mantiene con vigencia y que ha sido potenciada por la capacidad de los dispositivos móviles para generar y difundir fotografía a una gran velocidad. «Hoy todos somos fotógrafos»,1 dice Pedro Meyer, al tiempo en que señala la ausencia —o escasez— de cultura visual, la cual nos permitiría leer y producir imágenes que vayan más allá del interés local o nuestro círculo social.

Como disciplina artística, la fotografía está en un momento crítico, pero no en un sentido fatalista o que anuncie su desaparición: frente a un público acostumbrado a producir y consumir contenido audiovisual en cuestión de segundos, la fotografía requiere plantearse cuál es su propósito, algo que —si bien ya ocurría desde finales de los años 90— hoy adquiere una dimensión diferente por el ritmo al que sucede.

Es claro que las estrategias y los discursos fotográficos formulados antes de la incursión del internet en la vida diaria con suma dificultad podrían hacer frente al panorama actual, que es más complejo en cuanto al cúmulo de signos y símbolos. Sin embargo, esta falta de opciones perfila la urgencia —en la escena artística— de continuar con la experimentación a partir de un cuestionamiento de las tradiciones y procedimientos que permean los procesos creativos de distintos artistas, así como a la recepción y crítica del público acerca de las mismas producciones contemporáneas.

Desde 1985, el MoMA se ha planteado una reflexión crítica sobre las tendencias y discursos trabajados desde la fotografía con New Photography, una exhibición organizada cada dos años y que sigue una línea curatorial diferente en cada edición. Para el 2018, el museo neoyorkino presenta Being, una muestra que se pregunta cómo la fotografía capta lo que significa ser humano; una pregunta de profundas connotaciones ontológicas que no se agota, pero que es necesario plantearse si consideramos las circunstancias del presente, llenas de dudas constantes sobre el destino de toda la información contenida en la metadata que generamos constantemente con nuestra actividad en internet. Todo ello no solo constituye el perfil de gustos e intereses de un individuo en particular, sino que también plantea una pregunta sobre la «persona» que representamos con nuestras interacciones físicas y/o digitales.

Matthew Connors, Pyongyang de la serie Unanimous Desire, 2016. Tomada de MoMA.

Una vida narrada mediante imágenes manipulables, una cuenta personal que puede dejar de serlo y la percepción cultural que se hace sobre el contenido de las fotografías difundidas en estos medios son cuestiones que nos impulsan a pensar en lo que implica ser humano en una sociedad en la que —progresivamente— se puede prescindir de una dimensión corpórea para comunicarse, o en la que las condiciones género y ascendencia cultural —propias de los cuerpos— se vuelven un territorio de actividades disidentes ante dichas condiciones.

En esta línea se presenta el trabajo de 16 artistas que —a pesar de las diferencias en los motivos en sus obras— se preguntan por las implicaciones políticas de la representación, los usos ideológicos de las tecnologías y el cómo la fotografía conforma identidades.

Un ejemplo de ello es la obra The opposite of looking is not invisibility. The opposite of yellow is not gold (2016) de las artistas Hương Ngô y Hồng-Ân Trương, compuesta por varias fotografías familiares de sus madres —refugiadas en Estados Unidos durante la Guerra de Vietnam—, pieza con la que «reclaman un espacio para la historia de los asiático-americanos en los Estados Unidos, desafiando su invisibilidad en la cultura visual».2 El trabajo fotográfico de Ngô y Trương recae en la presentación y reinterpretación del archivo familiar como un documento histórico, a la vez que muestran el rol del museo en la lectura e interpretación de las producciones visuales: en el ambiente familiar, este acervo significa memoria, pero en el espacio de exposición es una declaración.

Hương Ngô and Hồng-Ân Trương, The opposite of looking is not invisibility. The opposite of yellow is not gold (detalle), 2016. Tomada de MoMA.

En el caso de Em Rooney, queda patente el pensamiento con la obra fuera del marco para preguntarse cómo eso tiene una repercusión en la manera en que se configuran y «leen» las imágenes. Conforme Rooney plantea una forma de mostrar la fotografía que se acompaña de estrategias reminiscentes a la instalación y que —por ende— requieren de otra lectura que contemple los objetos que acompañan a la presentación de la imagen, la estructura del significado deja de residir en las figuras impresas dentro del papel. Pictures, Keychains, Freedom Ladder (2016) es una muestra del juego entre el significado propio de los objetos y el que adquieren una vez colocados dentro de una composición única.

Em Rooney, Pictures, Keychains, Freedom Ladder, 2016. Tomada de MoMA.

Para Yazan Khalili, el planteamiento fotográfico que lo llevó a participar en esta muestra surge de una meditación sobre el vínculo histórico-político «entre las tecnologías de reconocimiento facial y los proyectos coloniales y antropológicos que fueron llevados a cabo en cuerpos humanos».3 ¿Qué significa ser reconocido? y ¿Qué es un reconocimiento político? son las preguntas desde las cuales emerge Hiding our faces like a dancing wind (2016), pieza con la que se establece un posicionamiento frente a la perspectiva tecno-ideológica que construye el mundo. Si bien la obra está planteada desde el lenguaje del videoarte, la premisa asociada con la disciplina y temática no están alejadas, ya que la narrativa estructurada por Khalili recurre a las opciones de reconocimiento facial de los teléfonos inteligentes para puntualizar la condición de existencia que subyace a la toma de una fotografía. En el contexto actual, donde cada perfil es una especie de máscara con la cual andamos por internet, identificar es un acto que representa un papel crucial en la conformación de una identidad virtual. Cuando Khalili hace la comparativa entre el modo en que la tecnología reconoce a una persona viva y un conjunto de máscaras de distintas culturas antiguas, las preguntas sobre lo que significa ser reconocido en un entorno digital se muestran en su estado más complejo, considerando el peso que estas tecnologías tienen en la definición de proyectos políticos.

Being: New Photography 2018 es una oportunidad para conocer algunos planteamientos en torno a la fotografía más allá de las cuestiones técnicas y la factura, sumado a la posibilidad de rastrear históricamente las preocupaciones de cada década en Estados Unidos, tomando en cuenta que esta exhibición comenzó a mediados de los 80 y buena parte de su archivo se conserva en la página del MoMA disponible para consulta. Las problemáticas tratadas por los artistas alrededor de circunstancias políticas y culturales desde aspectos referentes a la composición y genealogía de la disciplina fotográfica brindan un punto de partida para comprender los alcances y reflexiones cultivados en esta práctica.

1Pedro Meyer en entrevista con Rogelio Villareal. «Hoy todos somos fotógrafos, pero con una cultura visual escasa»: Pedro Meyer. Magis ITESO, Junio 1, 2014. Consultado el 21 de mayo de 2018. Disponible en línea.

2 «…our project claims a space for the history of Asian Americans in the United States, challenging their invisibility in visual culture». Comentarios de las artistas para el MoMA, a propósito de la exhibición. Consultado el 21 de mayo de 2018. Disponible en línea.

3 «In my video work Hiding Our Faces Like a Dancing Wind (2016), I began looking at the historical and political relationship between facial recognition technologies and the colonial and anthropological projects that were conducted on human bodies». Comentarios del artista para el MoMA, a propósito de la exhibición. Consultado el 21 de mayo del 2018. Disponible en línea.

 

 

Manuel Guerrero

Ha participado en más de quince exposiciones colectivas y encuentros de arte sonoro en México, Reino Unido, Japón y España. A la par de la producción artística, ha escrito para más de doce plataformas dedicadas a la reseña y crítica de arte.

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Matthew Connors, Pyongyang de la serie Unanimous Desire, 2016. Tomada de MoMA.

Hương Ngô and Hồng-Ân Trương, The opposite of looking is not invisibility. The opposite of yellow is not gold (detalle), 2016. Tomada de MoMA.

Em Rooney, Pictures, Keychains, Freedom Ladder, 2016. Tomada de MoMA.