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Goldschmied & Chiari, Where Are We Going to Dance Tonight? (2015)

5 momentos ridículos del arte contemporáneo

Lista 15.11.2018

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Seleccionamos cinco momentos en los que el arte contemporáneo ha sido el detonador de situaciones ridículas, malos entendidos o acciones irreverentes.

Los procesos empleados en el arte contemporáneo han sido objeto de polémicas constantes en los últimos años, principalmente, por las discrepancias entre las nuevas propuestas —basadas en una exploración constante de los medios y materiales con un eje conceptual— y la definición común del arte, que otorga mayor atención a las técnicas, discursos y disciplinas clásicas del arte occidental.

En medio de esta constante redefinición de las prácticas artísticas, no han sido pocos los momentos en los que la reacción del público —alentada por el desconcierto o sorpresa—le otorga una nueva lectura a cada uno de los elementos inmersos en el arte contemporáneo, cargada con cierto humor o ironía. Así, las obras, las exposiciones, o los mismos artistas, son desacralizadas para revelar ciertas contradicciones o momentos que, bajo otras circunstancias, sería imposible imaginar.

Seleccionamos 5 momentos en los que el arte contemporáneo ha sido el detonador de situaciones ridículas, malos entendidos o acciones irreverentes.

 1. Banksy y la autodestrucción de su obra (2015)

Banksy volvió a ser noticia a nivel mundial el 5 de octubre cuando Girl With Balloon, pintura basada en uno de sus más representativos graffitis, se autodestruyó parcialmente mediante un mecanismo instalado en el marco de la pieza, luego de ser vendida en $1,3 millones de dólares por la casa Sotheby’s en Londres, dejando medio lienzo cortado en tiras. El comprador, que ha preferido mantenerse en el anonimato, acordó pagar el monto de su puja original, aunque la obra fue parcialmente modificada.

A pesar de que el dispositivo no funcionó como el artista lo planeó, según un video alojado en su cuenta oficial de Instagram donde muestra el proceso de ensamblaje del marco, la noticia se volvió viral.

Días después del acontecimiento, la Pest Control, el servicio que actúa en representación de Banksy para certificar cada una de sus obras y evitar que «personas inocentes sean víctimas de fraude» en el mercado del arte, renombró a la obra como Love is in the bin (El amor está en la papelera).

2. Las exposiciones «pirata» de Yayoi Kusama y Takashi Murakami en China (2018)

Hoy en día, ¿a qué le da más valor el público del arte contemporáneo: a la obra certificada o a la experiencia que detonan los objetos artísticos?

A finales de octubre del 2018, el Nikkei Asian Review reportó que en seis ciudades chinas se estaban presentando exposiciones con obras apócrifas de los reconocidos artistas japoneses Yayoi Kusama y Takashi Murakami. En el caso de la exhibición realizada en Shangai, Nikkei Asian Review y la revista Frieze confirmaron que las entradas para tales muestras se vendían en 10 dólares, aproximadamente.

Los representantes legales de ambos artistas han confirmado que no tuvieron nada que ver con esas exposiciones, y tomarán las medidas necesarias para dar con los responsables, quienes podrían enfrentar un proceso penal por infracciones a las leyes de propiedad intelectual en China y Japón.

Obras falsas de Yayoi Kusama y Takashi Murakami en un centro comercial de China. Tomada de Flipboard.

 

3. Yayoi Kusama en ZONA MACO (2015)

Con 320 mil visitantes, la exposición de 2015, Obsesión infinita, de Yayoi Kusama, rompió récords de afluencia en México, convirtiéndose en un fenómeno de multitudes que buscaban documentar su visita mediante fotografías en las redes sociales.

Al igual que otros museos, piezas o espacios públicos que se han destacado por su presencia en las redes sociales, el fenómeno Yayoi Kusama en el Tamayo, intensificó la discusión en los ámbitos del arte, la comunicación y la cultura sobre la representación del objeto artístico y sobre la socialización de los eventos culturales en las redes sociales.

«¿Qué es más importante hoy?», ¿experimentar el arte con tus propios ojos o presumir que estuviste ahí»: estas fueron las preguntas que el equipo de la revista Chilango se hizo cuando organizó un performance que tuvo lugar durante ZONA MACO. En éste, una falsa Yayoi Kusama (en realidad la actriz Marisol Gasé con una peluca y en silla de ruedas) se paseó por los pasillos de la feria. «Del silencio [se pasó] al ruido total», cuenta la actriz. Los asistentes, que cayeron en la broma, —que fueron la mayoría— se abalanzaron sobre la falsa Yayoi para solicitar la consabida selfie y obtener, además, una bolita fosforescente que puede comprarse en cualquier papelería.

4. Personal de limpieza barre una instalación (2015)

Un grupo de conserjes de Museion, Museo de arte moderno y contemporáneo, en Bolanzo, Italia, limpió When Are We Going to Dance Tonight? (2015), una instalación cuya temática era la fiesta, compuesta de botellas de champaña vacías, serpentinas y colillas de cigarro, de los artistas Goldschmied & Chiari. El día del montaje se había realizado un evento y el personal de limpieza confundió la galería en que se encontraba la instalación con el foyer. Afortunadamente los artistas habían hecho un registro fotográfico de la obra.

 Goldschmied & Chiari, Where Are We Going to Dance Tonight? (2015)

Goldschmied & Chiari, Where Shall We Going to Dance Tonight?, 2015. Tomada de ABC.

 

5. Unos lentes en el piso del museo. Seguro es arte (2016)

TJ Khayatan, de 17 años, visitó el MoMA de San Francisco con sus amigos y decidió colocar sus lentes en el suelo, como si fueran parte de la exposición. Inmediatamente las personas empezaron a rodear «la pieza» y a fotografiarla, por lo que el joven decidió tomarles fotografías a los visitantes del museo admirando su «arte». Cuando Khayatan compartió las imágenes en Twitter, la acción se viralizó rápidamente en redes sociales.

TJ Khayatan coloca unas gafas en SFMoMA (2016)

TJ Khayatan coloca unas gafas en SFMoMA, 2016. Tomada de TruthTheory.

 

 

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