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Zapato, Salvatore Ferragamo, 1948.
Conjunto, Prada, 1999.
Vestido, Missoni, 1978.
Vestido, Gucci, 1996.
Vestido, Emilio Schuberth, 1952.

5 momentos de la moda italiana: del glamour al desafío

15.04.2014

Italia es reconocida por la gran variedad de diseñadores y firmas de moda que han puesto el nombre de esta industria en alto. Prada, Armani, Missoni, Versace, Dolce & Gabbana o Gianfranco Ferré son sólo algunos ejemplos que han marcado una gran influencia gracias a la calidad de su técnica, materiales utilizados y a la pericia de sus artesanos.

Sin embargo, este país se ha visto envuelto en una serie de acontecimientos sociales que datan desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta nuestros días. Esto se ha visto reflejando en la transformación de la industria textil y de moda del país.

El Victoria & Albert Museum—considerado como el museo de artes decorativas más grande del mundo—, inauguró el pasado 5 de abril la exhibición The Glamour of Italian Fashion 1945-2014,  que permanecerá abierta al público hasta el 27 de julio de este año. Patrocinada por Bulgari, la muestra intenta mostrar los cambios formales de la moda a través de un recorrido por los orígenes de un estilo que,  a pesar de las circunstancias, logró trastocar radicalmente la imagen del país en la segunda mitad del siglo XX.

Son cinco los momentos clave que en la historia de la moda italiana han provocado transformaciones en sus dinámicas y estéticas:

01. De vuelta al lujo

Una vez terminada la Segunda Guerra Mundial, el gobierno se dispuso a revitalizar un país que había terminado en ruinas, tanto físicas como económicas. Gracias al Plan Marshall —programa de Estados Unidos para la reconstrucción de los países europeos— y esfuerzos empresariales, se logró una reorganización de fábricas italianas que ayudaron a que la industria de la moda se convirtiera en la piedra angular de la recuperación.

El año de 1951 marcó un gran punto de partida para que la moda italiana fuera reconocida internacionalmente, gracias a los primeros desfiles de Giovanni Battista Giorgini. Un año más tarde se presentó en la opulenta Sala Bianca del Palacio Pitti de Florencia.

A medida que los diseñadores y fabricantes textiles reanudaron gradualmente el comercio, sus diseños se convirtieron en respuesta a la necesidad de encanto y glamour: una notoria alteración tras años de privación en los tiempos bélicos.

 02. Confección

En las décadas siguientes aumentó el entusiasmo por la sastrería italiana, reconocida por ser ligera, desestructurada y muy refinada. La ropa hecha a la medida se popularizó y fue adoptada por la clientela internacional, gracias a películas como La Dolce Vita (1960), donde el actor Marcello Mastroiani  lucía este tipo de trajes de corte elegante.  

03.  Made in Italy

En la década de los 50 la economía de Italia creció rápidamente debido en parte al sector textil y de moda. En los años subsecuentes, a pesar de que se vivía una inestabilidad social y política, el sector  floreció: numerosas empresas del ramo fueron abiertas y la mayoría de ellas iniciaron en el negocio familiar.

No fue sino hasta principios de 1970 cuando la moda manufacturada se volvió popular.  Milán pasó a ser la nueva capital de la moda en el marco del sello Made in Italy que trascendió al cine, al arte, al turismo y a la gastronomía para escenificar un nuevo estilo de vida.

04. Culto al diseñador de moda

El fenómeno de la globalización, acentuado en la década de los 90’s, difuminó los límites geográficos del comercio de la moda, dotándola de una atmósfera internacional. No resulta extraño que algunos nombres de diseñadores italianos, como Donatella Versace, Roberto Cavalli e incluso la legendaria Elsa Schiaparelli,  comenzaran a tener eco en los diferentes medios de comunicación del mundo. Muchos de ellos se han convertido en celebridades, efecto que incrementa la reputación del país como un lugar de creación de tendencias globales.

Actualmente los intérpretes de la moda se encuentran en diferentes etapas de reconocimiento profesional. Hay algunos que han transformado las empresas familiares en marcas de lujo internacionales, mientras que otros salieron a escena hace un par de temporadas. No obstante, la convergencia entre ambas partes reside en su dedicación a la producción con el distinguido sello italiano que tiene a su clientela fiel.  

05. El futuro de la moda italiana

A partir del año 2000, Italia se ha visto envuelta en escándalos políticos, tensiones de inmigración y problemas económicos que,  de algún modo,  han impactado a la producción textil. Ahora muchas casas de moda se encuentran en manos extranjeras, mientras que  la amenaza económica se hace latente frente a la competencia de las manufacturas de China y los cambios en las tendencias de consumo.

Tal vez habría que inyectar sangre nueva a esta industria, siguiendo el planteamiento de diseñadores como Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli (Valentino) o Angela Missoni (Missoni)  que, en videos exhibidos en el V&A,  expusieron  sus ideas en torno a la moda italiana actual.

Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli (Valentino).

 

 

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