Normalmente la tecnología de vanguardia es destinada en primer instancia a personas e instituciones con alto poder adquisitivo. ¿Pero qué ocurre cuando sucede al revés? Cuando la tecnología llega primero a quienes no pueden adquirirla fácilmente. Niños de cien escuelas primarias públicas en comunidades de escasos recursos en México recibirán impresoras 3D a través de la iniciativa Ideas disruptivas —dirigida por Lino Romero. El proyecto está a cargo de Ashby Solano —diseñadora industrial por la Universidad de los Andes, actualmente docente y candidata al grado de Maestra en Estudios de Diseño en CENTRO de Diseño, Cine y Televisión— y fue desarrollado por alumnos del octavo semestre de la licenciatura en diseño industrial de CENTRO.

El proyecto “surge de la necesidad de fusionar el talento y la visión creativa (…) con toda la experiencia que tienen [sus creadores] en la parte de impresión 3D y fabricación digital”. Se trata de una campaña de empoderamiento tecnológico y está enfocada a usuarios infantiles. Hub es el nombre de la impresora  3D con un diseño amigable y que parte de un sistema de código abierto. Su apariencia robusta está hecha con una lámina de metal doblada y su color amarillo transmite la idea de seguridad. Los autores del diseño son Diego Alor Reyes y Alexander Brucilovsky Sacal.

La campaña, 3D x 100 fue lanzada recientemente a Fondeadora —plataforma de financiamiento a través de las masas— con el lema “imprimiremos el futuro de México”. La premisa es ambiciosa: “provocar la tercera revolución industrial”. ¿Cómo hacerlo? La propuesta requiere de 150 mil pesos, de los cuales se han conseguido $4,500 y faltan 27 días para alcanzar la cifra total (hasta la fecha de cierre de esta publicación). La plataforma funciona con recompensas para los donadores, que van desde un thermo serigrafiado con la imagen del proyecto o un reconocimiento impreso en 3D, hasta una  impresora Hub.

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