24 artistas a seguir en 2016, según 4 curadores
Los artistas jóvenes parecen ser sinónimos de nuevas propuestas. La novedad, sin embargo, no es lo que atrae nuestra atención, sino otra cosa: otras perspectivas, otras proyecciones, otros lenguajes, que construyen a partir de su obra y desde las particularidades de su tiempo. Así, con el ánimo de atender otras miradas, consultamos a cuatro curadores para conocer a los artistas jóvenes y/o emergentes, de México y el extranjero, a los que debemos seguir la pista en 2016. El orden es alfabético.
—Patrick Charpenel
Edgardo Aragón (Oaxaca, 1985)
Mapea una realidad paralela de la economía y la sociedad mexicana, revelándonos aspectos de nuestra identidad que nos cuesta mucho trabajo reconocer.
Cynthia Gutiérrez (Guadalajara, 1978)
Tiene una investigación muy profunda detrás [de su obra] en las que coinciden aspectos inverosímiles que, sin embargo, adquieren un significado y un valor muy especial en el momento en que estos cruces se producen.
Petrit Halilaj (Skenderaj, Kosovo, 1986)
A partir de los resquicios de distintas plataformas culturales y sociales, Halilaj genera proyectos ambiciosos y originales. Recomiendo ver el proyecto que realizó con los restos del Museo de Historia Natural de Kosovo, para el que rescató la mayor parte de los animales y los recicló de una manera brillante.
Peter Wächtler (Hannover, 1979)
Hay un sesgo surrealista y marginal en los objetos y los filmes que realiza este artista. Por un lado, conecta con un universo mítico y ancestral; por el otro, describe la condición de grupos humanos del siglo XXI. Lo considero un creador inteligente y divertido.
—Amanda de la Garza
Meriç Algün Ringborg (Estambul, 1983)
Su trabajo expande la noción de lo literario a un terreno donde la literatura y el lenguaje son elementos performativos que se traducen en instalaciones y acciones.
Daniel Aguilar Ruvalcaba (León, Guanajuato, 1988)
Un artista cuyo trabajo ha sido fundamental en la construcción de la escena independiente en México a partir del espacio Bikini Wax. Asimismo, ha producido una obra que trata de rearticular la noción de crítica institucional como práctica artística.
Ericka Florez (Cali, 1983)
Su trabajo se desarrolla a partir de la frontera porosa entre artista-curador. Piensa la escritura y las publicaciones como dispositivos.
Yollotl Gómez Alvarado (México DF, 1988)
Su trabajo se construye a partir del abordaje de temas y problemáticas sociales. No obstante, mediante una poética sutil, también ocurre una reflexión sobre la imagen.
Alberto de Michele (Venecia, 1980)
Su obra se basa en procesos de investigación, explora los límites de lo legal y lo ilegal, así como la noción de moral en la sociedad contemporánea.
Jael Orea (México DF, 1991)
Es, quizá, la más joven de los artistas mencionados. Si bien su trayectoria apenas comienza, en su trabajo introduce elementos de humor para reflexionar sobre el patrimonio arqueológico como signo de la identidad nacional.
Chantal Peñalosa (Tecate, 1987)
Su trabajo se ha fortalecido en los últimos años, a partir de un acercamiento sobrio y gestual que explora temas como la espera, la repetición y el tedio, conjugando la danza, el performance, la instalación y el video.
Omar Vega Macotela (México DF, 1987)
Trabaja a partir de proyectos de largo plazo que involucran procesos de colaboración con comunidades, donde la escultura es entendida como un proceso social y material.
—Chris Sharp
Daniel Aguilar Ruvalcaba (León, 1988)
Uno de los artistas más talentosos y reflexivos de su generación en México. Estoy muy ansioso de ver cómo se desarrolla.
Olga Balema (Lviv, Ucrania, 1984)
Esta escultora ucraniana que vive en Los Ángeles, a menudo es asociada erróneamente con el llamado arte postinternet. Y digo erróneamente porque ella tiene una profunda consciencia histórica del arte, al tiempo que está tan arraigada con los materiales para merecer una categoría tan superficial.
Rodrigo Hernández (México DF, 1983)
Otro [artista] plástico muy reflexivo. La práctica aparentemente simple de Hernández despliega medios clásicos como el dibujo, la pintura y la escultura, para reflexionar en torno a una serie de cuestiones que van desde la creación artística, la hibridación cultural, la epistemología y los dilemas existenciales tan básicos del humano.
Ryan Nord Kitchen (Minessota, 1988)
Pintor con sede en Baltimore, es un impresionista único y talentoso cuyo trabajo se vincula con la pintura tradicional de paisajes de grandes maestros como el moderno Charles Burchfield.
Isabel Nuño de Buen (México DF, 1985)
Una gran escultora, seria y analítica. Su práctica, ya en una etapa madura, es ejemplar por su capacidad de pensar plástica y profundamente.
—Itala Schmelz
Cuatro fotógrafos cuyo trabajo me parece importante seguir de cerca este año son:
Daniela Bojórquez (México DF, 1980)
Por su uso narrativo de las fotografías, su exploración con las palabras y con el libro como formato.
Aglae Cortés (Guaymas, 1977)
Destaco sus Aforismos visuales, me parece una artista aguda.
Miguel Fernández de Castro (Hermosillo, 1986)
Su trabajo sobre el desierto lo ha llevado a explorar la apropiación de las imágenes; resulta interesante cómo está reconceptualizando el medio. Además, sus imágenes provienen de archivos documentales, de Google, etc.
Gustavo Ruiz (Ciudad de México, 1982)
Es quizá una de las propuestas más inquietantes que he visto: su manipulación de las imágenes busca llegar al perfeccionismo de lo que quiere producir.
Además me gustaría mencionar a tres artistas que están en un gran momento y cuya obra ha crecido de manera significativa: Fabiola Torres Alzaga (México DF, 1978), Adela Goldbard (México DF, 1979) y Verónica Gerber (México DF, 1981).
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