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Venus of the Rags 1967,1974 Michelangelo Pistoletto born 1933 Purchased with assistance from Tate International Council 2006 http://www.tate.org.uk/art/work/T12200
Kurt Schwitters Merzbau (Teilansicht: Grosse Gruppe), um 1932 zerstört (1943) Foto (Repro): Kurt Schwitters Archiv im Sprengel Museum Hannover © Pro Litteris, Zürich
Fountain 1917, replica 1964 Marcel Duchamp 1887-1968 Purchased with assistance from the Friends of the Tate Gallery 1999 http://www.tate.org.uk/art/work/T07573
Weiwei, Ai

100 años de Dadá: 10 aspectos clave y su impacto en el arte

05.02.2016

El 5 de febrero de 1916, en medio de la Primera Guerra Mundial, un grupo de artistas y poetas refugiados de diferentes nacionalidades, se reunió en el Cabaret Voltaire en Zúrich, Suiza, dando inicio al dadaísmo, la corriente que revolucionó las formas de entender el arte y cuya influencia, a cien años de distancia, continúa vigente.

A pesar de los nacionalismos y rivalidades entre países europeos de la época, el Dadaísmo fue la primera corriente global que se extendió a Colonia, Hannover, Berlín, París y Nueva York, desde donde los artistas rompían con los paradigmas establecidos y lanzaban una crítica tanto a la burguesía y a la institución del arte, como a la misma modernidad. A partir de la provocación, el absurdo y el azar, los artistas cuestionaron el significado del arte a través de la experimentación con el lenguaje escrito y visual, generando un movimiento antiartístico, antiliterario y antipoético, que a su vez derivó en una nueva relación entre el arte y el espectador.

En el marco de su centenario, repasamos 10 aspectos clave de esta corriente y la forma en la que han influido en el arte contemporáneo.

 

1. Nuevos materiales

Aunque el collage fue introducido por el Cubismo, los dadaístas explotaron sus posibilidades al incluir nuevos materiales de la vida cotidiana y desechos, como alambre, madera, tela, latón o clavos, dotándolos de nuevos significantes al descontextualizarlos e incluirlos aleatoriamente en sus composiciones. Asimismo, al incluir objetos triviales, generalmente rechazados, enunciaban una crítica a los valores establecidos socialmente.

A lo largo del siglo XX, diversas corrientes artísticas continuaron haciendo uso de objetos ordinarios, como el Arte Povera —que surgió a finales de los años sesenta—, donde los artistas utilizaron materiales “pobres” –de ahí su nombre en italiano–, sin importar su procedencia, como vegetales, carbón, arcilla o telas.

Cuerpo

De izquierda a derecha: Kurt Schwitters, Merz Picture 46 A (1921), Michelangelo Pistoletto, Venus of the Rags (1967)

 

2. Resignificación del lenguaje

Una de las principales características del dadaísmo fue la ruptura con la estructura y la lógica del lenguaje. Los poemas escritos por Tzara, Huelsenbeck, Janco o Ball hacen del lenguaje un sistema no-funcional, obligando al espectador a acercarse a él con otra mirada o sin una estructura definida.

Por su parte, durante las declamaciones buscaban unificar lo verbal con lo visual a través de performances simultáneos en los que se leían composiciones cacofónicas, surgidas del absurdo y del azar, que incluían ruidos, silbidos o cantos. Así, la poesía tomó un carácter irónico, lúdico y provocativo.

De izquierda a derecha: Hugo Ball, Karawane (1916), Karl Holmqvist, Untitled (varios años)

De izquierda a derecha: Hugo Ball, Karawane (1916), Karl Holmqvist, Untitled (varios años)

 

3. Fotomontaje

Partiendo de la idea del collage, comenzaron a experimentar con la fotografía y las imágenes de la publicidad, yuxtaponiéndolas para crear una sola composición. Con esto, revirtieron la principal función de la fotografía (plasmar la realidad), para llevarla al plano de lo absurdo y generar nuevos discursos, así como una nueva estética que reflejara un contexto particular. En Berlín se utilizó principalmente como medio para expresar su inconformidad política. Entre sus exponentes se encuentran Hanna Höch, John Heartfield y Max Ernst.

En la actualidad numerosos fotógrafos y artistas continúan utilizando esta técnica haciendo uso de herramientas digitales.

De izquierda a derecha: Hannah Höch, Flight (1931), Ilit Azoulay, Red (2013)

De izquierda a derecha: Hannah Höch, Flight (1931), Ilit Azoulay, Red (2013)

 

4. Obra total de arte

Uno de los proyectos del Dadaísmo fue crear una nueva forma de arte a partir de la fusión de diferentes disciplinas. En las reuniones del Cabaret Voltaire se mezclaban representaciones de teatro con declamaciones de poesía, música y arte. Con ello, los artistas buscaban generar una nueva sensibilidad y trascender los límites entre las manifestaciones artísticas.

Uno de los creadores que mejor representó este ánimo fue Kurt Schwitters, que desarrolló un tipo de dadaísmo propio al que nombro “Merz” —palabra derivada de la partición de Komerze—, con el que buscaba unificar diferentes elementos en las composiciones e ir más allá del marco pictórico. Buscando la obra de arte total, Schwitters inserta esta idea en el espacio arquitectónico. De 1923 a 1937, intervino los muros de las habitaciones de su casa en Hannover (destruida en la Segunda Guerra Mundial) con una fusión entre escultura, pintura y collage, a lo que denominó Merzbau

Diversos rtistas de siglo XX, como Mathias Goeritz o David Alfaro Siqueiros, también buscaron llegar a la obra de arte total mediante la creación de espacios en donde se difuminaran las barreras entre técnicas artísticas.

De izquierda a derecha: Kurt Schwitters, Merzbau (1923-1937), David Alfaro Siqueiros, Marcha de la humanidad

De izquierda a derecha: Kurt Schwitters, Merzbau (1923-1937), David Alfaro Siqueiros, Marcha de la humanidad

5. Readymade

Uno de los grandes aportes de este movimiento a la historia del arte —especialmente por el grupo establecido en Nueva York—, fue el readymade: objetos de la vida cotidiana que, al ser descontextualizados y firmados por el artista, pierden su utilidad y obtienen un nuevo significado. Su importancia recae en su capacidad para despojar al artista de su función creativa, ya que ya no es necesario hacer y apelar al placer estético, sino elegir y generar nuevas formas de pensamiento. Marcel Duchamp fue quien introdujo este soporte con Rueda de bicicleta (1913) y más tarde con la polémica Fuente presentada en la exposición de la Sociedad de Artistas Independientes en 1917. Otros artistas como Francis Picabia y Man Ray también lo adoptaron.

Junto con otras expresiones dadaístas, el readymade desacralizó el arte y lo unifico con la vida, al tiempo que comenzó a forjar el camino de las prácticas artísticas conceptuales y el nacimiento de nuevos soportes como la instalación. Un parteaguas sin el que no se podría concebir el arte contemporáneo.

De izquierda a derecha: Marcel Duchamp, Fountain (1917). Réplica de 1964, Chris Burden, L.A.P.D. (1993)

De izquierda a derecha: Marcel Duchamp, Fountain (1917). Réplica de 1964, Chris Burden, L.A.P.D. (1993)

6. Performance

Al igual que el Futurismo, el Dadaísmo trascendió el terreno de las artes plásticas y utilizó el cuerpo como soporte a través de diversas acciones efímeras. En el Cabaret Voltaire se llevaron a cabo los primeros performances que, con humor e ironía, reafirmaban su rechazo a la razón y a los convencionalismos burgueses del arte. Entre los más emblemáticos se encuentran el recital del poema fonético Karawane (1917) de Hugo Ball, que consistió en la declamación de interjecciones y palabras sin sentido, así como la lectura simultánea de poemas espontáneos acompañados de música, teatro y danza improvisados. De igual manera, se realizaron acciones de corte político y antimilitarista, principalmente en Berlín.

A lo largo de los años esta expresión artística ha tomado fuerza. Corrientes como el Accionismo Vienés y artistas como Joseph Beuys, Gilbert & George, Marina Abramovic, Chris Burden, entre otros, han explorado las posibilidades de este medio.

De izquierda a derecha: Hugo Ball en Cabaret Voltaire, recitando Kawarane (1916), Marina Abramovich, AAA-AAA (1978)

De izquierda a derecha: Hugo Ball en Cabaret Voltaire, recitando Kawarane (1916), Marina Abramovich, AAA-AAA (1978)

7. Juego/azar

Con el afán de cuestionar las normas establecidas en el arte, así como de repensar el rol del artista en los procesos creativos, los dadaístas le dieron al azar un lugar privilegiado en sus creaciones. Su mismo nombre, Dadá, surgió cuando Tristan Tzara encontró por casualidad la palabra en el diccionario, y después añadió “Dadá no significa nada (…)Por los periódicos sabemos que los negros Kru llaman al rabo de la vaca sagrada: DADÁ. El cubo y la madre en una cierta comarca de Italia reciben el nombre de DADÁ. Un caballo de madera, la nodriza, la doble afirmación en ruso y en rumano DADA”.

Artistas como Hans Arp realizaban composiciones con diversos materiales que organizaba por su orden de aparición. Por su parte, Tzara elaboró una serie de instrucciones para hacer un poema dadaísta: recortar palabras de un periódico, introducirlas en un saco, agitarlas y copiarlas en el orden en las que fueron sacadas.

Artistas de la segunda mitad del siglo XX, continuaron basando sus obras en el azar y el juego, como los integrantes del movimiento artístico Fluxus y John Cage con su emblemática obra 4’33’’ (1952).

De izquierda a derecha: Obra de Tristan Tzara, Acción del movimiento Fluxus

De izquierda a derecha: Obra de Tristan Tzara, Acción del movimiento Fluxus

 

8. Cinetismo

En 1913 Marcel Duchamp colocó una rueda de bicicleta sobre un banco (La rueda de bicicleta) que, además de ser el primer readymade de la historia, es uno de los primeros ejemplos de arte cinético. Al introducir el movimiento, activado o en potencia, como un elemento de la obra, el artista abrió la posibilidad de nuevas lecturas.

Desde su fase como pintor, el artista francés ya se había interesado en la representación del movimiento, como se puede ver en Desnudo bajando la escalera (1912). No obstante, es con esta pieza y los rotoreliefs —discos giratorios activados mecánicamente para generar un efecto óptico—, que desarrolla esta inquietud, influyendo tanto a corrientes del arte moderno, como el Op Art, como a artistas contemporáneos que recontextualizan este principio en sus obras.

De izquierda a derecha: Marcel Duchamp, La rueda de bicicleta (1913), Carlos Cruz-Diez, Jueves (2013)

De izquierda a derecha: Marcel Duchamp, La rueda de bicicleta (1913), Carlos Cruz-Diez, Jueves (2013)

 

9. Protesta/arte político

A diferencia de los otros grupos dadaístas, el de Berlín se caracterizó por su postura antimilitar y su simpatía por el movimiento socialista. En su manifiesto se menciona el deseo de una unión revolucionaria internacional sobre la base del comunismo radical y se proclaman en contra de Adolf Hitler. A través del collage y el fotomontaje, artistas como Max Ernst, John Heartfield y Raoul Hausman, lanzaban fuertes críticas ya no sólo a los paradigmas artísticos, sino al gobierno y al contexto alemán. En 1920 se llevó a cabo la primera Feria Internacional Dadá, donde una pieza colgada del techo de Rudolf Schlichter representaba a un soldado alemán con cabeza de cerdo al que nombró Arcángel prusiano. Con este tipo de piezas, el grupo buscaba incidir a través del arte en la política de su tiempo, tanto en el espacio público como en el privado, siendo uno de los primeros movimientos de activismo artístico.

Al igual que los dadaístas, artistas y colectivos tanto del siglo XX como del XXI, han tomado postura ante diferentes sucesos sociales y políticos, realizando un arte de protesta que busca generar una reflexión en los espectadores voluntarios e involuntarios.

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Rudolf Schilchter, Arcángel prusiano (1920), Proceso Pentágono

10.Cine experimental

Con apenas dos décadas de existencia, algunos de los dadaístas, como Man Ray, Marcel Duchamp, Hans Richter y Picabia, experimentaron con los límites y posibilidades del cine. Con el espíritu lúdico, absurdo y provocativo del Dadaísmo, rechazaron la narrativa para generar una sucesión de imágenes en donde estaban presentes la geometría, la abstracción, el juego de palabras, objetos cotidianos y fotomontajes. Fue de las primeras corrientes en reconocer al cine como una disciplina artística y en ver el potencial de su naturaleza para generar nuevos discursos visuales.

Durante los sesenta, Andy Warhol comenzó a experimentar con el cine, realizando numerosas películas, muchas de ellas sin trama alguna.

Man Ray, El retorno a la razón (1923)

 

Andy Warhol, Empire (196)

 

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De izquierda a derecha: Hugo Ball, Karawane (1916), Karl Holmqvist, Untitled (varios años)

De izquierda a derecha: Hannah Höch, Flight (1931), Ilit Azoulay, Red (2013)

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De izquierda a derecha: Marcel Duchamp, Fountain (1917). Réplica de 1964, Chris Burden, L.A.P.D. (1993)

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