Es considerable el crecimiento que han tenido los bazares mexicanos que buscan promover ingeniosas propuestas de emprendedores, diseñadores, artesanos, productores y creativos, con el fin de impulsar la compraventa de productos de moda hechos en México y otros países de América Latina. ¿Acaso sus dinámicas han contribuido a la democratización del diseño? Estas propuestas ofrecen piezas que difícilmente se pueden encontrar en centros comerciales a precios asequibles.

El modelo es resultado de la creciente oferta de productos hechos en México que, por múltiples razones, no han tenido la oportunidad de establecer una tienda en los circuitos comerciales masivos y que, desde puntos de venta y distribución alternativos, buscan posicionarse en el mercado mexicano.

Así, la dificultad de ingresar a los formatos comerciales de alta distribución ha hecho de los bazares una opción viable para diseñadores, marcas y emprendedores que buscan un espacio para exhibir sus mercancías. En ellos es posible encontrar ropa, calzado, joyería, libros, bolsos, stickers, mobiliario, utensilios, arte, alimentos gourmet —además, algunos han optado por incorporar música y comida al ambiente.

La variedad de eventos de este tipo ha incrementado, y la calidad de sus productos puede variar. Algunos se distinguen por su selección, afluencia y promoción, como Lonja Mercantil, Tráfico Bazar, La Dama Tiburón, Bazar Local o Roof Top Sale.

Por su relevancia en el panorama del diseño local, los bazares han llamado la atención del equipo de TALLER Fashion Development Project. Con base en el auge que tuvo el modelo en diciembre de 2014, la plataforma educativa destaca 10 marcas que se han desenvuelto en ellos.

1. Robin Archives

Fundada por Paola Viloria y Laura Olavarri, es una de las propuestas mexicanas de accesorios de lujo con mayor calidad que ahora encontramos en el mercado. Entre su repertorio están bolsos, carteras, portafolios y valijas inspiradas en los años 20, 30 y 40. La calidad del diseño, manufactura e identidad le hacen destacar frente a sus competidores.

2. Rodete 

El estudio de diseño de Paulina López ha evolucionado gradualmente su concepto de joyería contemporánea, basando sus colecciones en piedras y sus residuos como el mármol, el ónix y el granito. Rodete logra comunicar todo el proceso de transformación de la materia prima, al tiempo que valora el trabajo de lo artesanos de joyería mexicana.

3. Carla Fernández

La también historiadora cultural Carla Fernández es una de las diseñadoras mexicanas más condecoradas por su labor a favor del legado textil de diversas comunidades indígenas. Su marca lleva su nombre, que ya cuenta con dos puntos de venta fijos —Downtown y un showroom en la colonia Roma.

4. Mítu Calzado

Dos diseñadoras unen sus esfuerzos: una gráfica, otra de moda. ¿El resultado? Calzado artesanal hecho en la ciudad de León, Guanajuato. Mítu Calzado experimenta con pieles, hebillas y forros de primera calidad, haciendo piezas que responden a las tendencias de moda y que, también, se acercan al consumidor con precios asequibles.

5. Yakampot

Yakampot busca la innovación y ha podido incorporar el textil tradicional mexicano a sus procesos comerciales a través de su incidencia en las comunidades indígenas. Aunque la marca fue premiada en el Vogue Who’s Next del 2014, e inauguró su primer tienda en Polanco en el mismo año, se presenta también en algunos bazares que integran a marcas de lujo, de una a dos veces por temporada.

6. 1⁄8 Takamura

La marca comparte espacio con Fábrica Social en la colonia Roma, un punto de venta fijo, pero su exposición en bazares ha sido constante, ofreciendo piezas básicas con fibras naturales en prendas clave de las vestimentas masculina y femenina. Entre sus prendas hay pantalones, chalecos, camisas, camisetas, túnicas, abrigos y hasta kimonos. Algunas de sus piezas emblemáticas son manufacturadas en un poblado del Estado de México, conocido como Gualupita.

7. Rosie Music

La marca creada por Cynthia Yee plasma ilustraciones en prendas y decoraciones para el hogar.  Sus impresiones de personas y animales antropomorfos en tonos pastel  se pueden encontrar en bolsas tote, tazas, playeras, sudaderas, almohadas, cuadros y accesorios.

8. Los Vladimirovich

Los Vladimirovich Marath & Yurik Menswear Collective (LVM&Y.MC) es un colectivo de moda fundado en 2010. Hacen ropa masculina cómoda, de alta calidad y diferente a las propuestas más comerciales que han surgido de la moda mexicana. Casi desde el anonimato, con un bajo perfil, el trabajo de los diseñadores y creativos de la marca visten al hombre contemporáneo de manera casual, logrando atuendos simples y orgánicos, creative chic. Además de estar presente en algunos bazares locales, su ropa se distribuye en el extranjero.

9. Carolina K

Carolina K es una firma fundada en Perú por la diseñadora argentina Carolina Kleinman, que se suma a la tendencia de “consumo artesanal” de textiles indígenas con un toque funcional, de estilo contemporáneo. Ingresa en 2014 al mercado mexicano con la categoría de semilujo, y podrás encontrarla tanto en bazares como en algunas tiendas multimarca de la ciudad de México.

10. L ‘Impératrice

Marca de joyería contemporánea que busca llevar el diseño de joyería mexicano a su máxima expresión con piezas únicas y atemporales para ambos sexos. Poco a poco, L’Impératrice se ha dado a conocer en el mercado local con sus colecciones de inspiración artística, con una narrativa hipnótica. Las diseñadoras, Priscilla y Patricia Pérez Salem, son constantes en el uso de materiales, las paletas de color y el concepto.

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[10 de febrero de 2015]