Cn
David Frankel, El diablo viste a la moda (2006). Fotogramas de la película

10 cambios en la moda a 10 años de El diablo viste a la moda

09.08.2016

Reunimos algunas tendencias de moda que han cambiado desde el estreno de la película protagonizada por Anne Hathaway y Meryl Streep.

Con la aparición de El diablo viste a la moda la figura de Anna Wintour adquirió un halo mítico como una de las editoras de revistas de moda más rigurosas, que incluso influye en los procesos de creación de los diseñadores. Pero, a diez años del estreno de esta película que ha cautivado a un público interesado en esta disciplina, ¿qué ha cambiado en el mundo de la moda?

 

1. El auge y el declive del blog

Cuando El diablo viste a la moda salió en cines, el famoso blog de Scott Schuman, The Sartorialist, apenas tenía un año de existencia. Schuman creó una plataforma que, desde entonces, se ha actualizado constantemente con fotografías de sus caminatas por diferentes ciudades del mundo, donde ha encontrado y capturado diferentes estilos que se encuentran en la calle. El motivo: encontrar los guardarropas en los que un diseñador de moda encontraría inspiración para crear sus colecciones. Los hallazgos han sido tan cautivadores que varias marcas han solicitado colaboraciones con el fotógrafo, como Burberry, DKNY Jeans, Nespresso, entre otras. Pero este sólo es uno de los casos más exitosos del desmedido repertorio de blogs que surgieron en la última década. En los últimos años se ha hablado de la muerte de este tipo de contenidos, pero acaso se trata de una incómoda mutación, una crisis de identidad a partir de su absorción comercial —en los blogs más consolidados ya es normal encontrar inserciones comerciales disfrazadas de contenidos editoriales— o del exilio de algunos de los mejores bloggers hacia nuevos formatos: del blog a la verdadera práctica periodística o de estilismo en el “mundo real”.

Scott Schuman, The Startorialist. © Tods Marlin

Scott Schuman, The Startorialist. © Tods Marlin

 

2. Moda impresa en 3D

En 2011 la revista TIME premió la serie de vestidos impresos en 3D de Iris Van Herpen como una de las 50 mejores invenciones del año. Si bien no se trata de la primera vez que el sistema de la moda experimentaba con la nueva tecnología, el trabajo visto en la colección Escapism (2011) de la diseñadora danesa fue un evento lo suficientemente impactante como para difuminar los límites entre la moda, el diseño industrial, la arquitectura y la ciencia. Los vestidos de la colección tienen la apariencia de exoesqueletos, pero más allá de la belleza las prendas surgen de la investigación del alcance de ciertas técnicas computacionales que, sumadas con la manufactura de la moda, ingresaron históricamente al espectro de la alta costura. Escapism fue realizada en colaboración con el arquitecto Daniel Widrig y la firma tecnológica .MGX by Materialise.

Iris van Herpen, Escapism (2011)

Iris van Herpen, Escapism (2011)

 

3. La moda sin Alexander McQueen

En febrero de 2010 el diseñador británico Alexander McQueen fue encontrado sin vida en su apartamento, en Londres. Su suicidio fue una devastadora noticia que llegó pocos días después de otro suicidio: el de su amiga y editora de moda Isabella Blow, a quien se le adjudica haber descubierto el talento de McQueen. ¿Por qué hablar de McQueen si no hay referencia alguna de su legado en la película? Su importancia radica, precisamente, en la ausencia de su mención. Como Stephanie Zacharek escribió hace unos días en Time, la cinta dirigida por David Frankel muestra la perspectiva de quien odia la moda. Engañosa, pretende mostrar la realidad de la industria (una muy cercana a lo que se puede ver en el documental The September Issue, una oda a Anna Wintour), sin embargo su reflexión sobre el lado más inteligente de la moda es débil, si no es que inexistente. Sin menospreciar a Valentino u Óscar de la Renta, mencionados por Miranda Priestly, soslayar a McQueen es como evitar hablar de uno de los ejercicios más inteligentes y transgresores que se han visto en la última década.

Alexander McQueen

Alexander McQueen

 

4. No comprar moda

Luego de un momento de revelación en el muestrario de la revista Runway —clon ficticio de Vogue—, Andy Sachs (Anne Hathaway) no vuelve a repetir una sola prenda a lo largo de la historia. Su conveniente amistad con el director de arte de la revista y sus constantes préstamos de moda hacen de su guardarropa flotante un reflejo del acelerado ritmo del cambio en la industria. Al menos desde la década de los 60, la necesidad frenética de consumo se ha visto con naturalidad por las clases socioeconómicas más acomodadas. Hace cinco años la marca Patagonia dejó clara su postura antagónica y publicó un anuncio de una página completa en el New York Times que mostraba una de sus chaquetas icónicas y decía: “No compre esta chaqueta”. Lo que subyace a esta confusa pero efectiva campaña es la intención de comprar menos ropa pero de la mejor calidad, para que tenga una vida duradera. Tal es la promesa de la firma que, por cierto, a la fecha ha duplicado sus ventas y no ha dejado de ejecutar iniciativas ecológicas para promover la desaceleración del consumo de ropa.

Patagonia, "No compre esta chaqueta" (2011)

Patagonia, «No compre esta chaqueta» (2011)

 

5. ¿Qué hace sonreír a Miranda Priestly?

Gucci, Primavera-verano de 2001 prêt-a-porter. Ésa tiene que ser la colección que logró una sonrisa deMiranda Priestly (Meryl Streep), la editora maldita en El diablo viste a la moda. Así lo dice Nigel (Stanley Tucci), el director de arte que instruye a Andy (Anne Hathaway) a lo largo de su ascenso: “el único que la hizo sonreír fue Tom Ford en 2001”. Lo que asomaba esa colección de Gucci a cargo de Ford era a una mujer que buscaba empoderamiento a través de su dominante carácter sexual. En corsets, telas traslúcidas y stilettos, una joven Kate Moss caminaba por la pasarela envuelta en disciplina corporal. El Gucci de hoy, Primavera-verano 2016, es dirigido por Alessandro Michele, diseñador italiano designado como director de arte en 2015, y desconocido antes de eso. Por primera vez en un tiempo, una compañía de renombre cedió ante un nombre poco conocido, lo que apunta a un desgastamiento del modelo empresarial en busca de dar grandes puestos a diseñadores “estrella”, como lo es Tom Ford. ¿Que si la colección veraniega haría sonreír a Miranda? Habría que preguntar a Anna Wintour.

Gucci, Primavera-verano prêt-a-porter (2001)

Gucci, Primavera-verano prêt-a-porter (2001)

 

6. Instagram

El lanzamiento oficial de Instagram fue en 2010, por lo que las dinámicas sociales que llegarían eran impensables en el contexto de la cinta. La única razón por la que Andy utiliza su teléfono celular es para tomar llamadas de Miranda. ¡Imaginen la cantidad de fotografías que se hubiera sacado con su nueva apariencia! El salto ha sido absurdo: hoy, la industria de la moda y las marcas moldean formas aceptables o inaceptables de lo “estético” o el “buen gusto”, y esto fluye sin cesar en la aplicación. Al ser ésta una ventana de inspiración para los creadores de tendencias, el consumidor está presente en el diseño, como siempre lo ha estado.

Millones de personas se autodiseñan constantemente a través de las redes sociales e Instagram es una de las más fuertes en este sentido. Esta producción de imágenes y sentido no sólo han sido valoradas por las empresas en búsqueda de publicidad, incluso los diseñadores de moda han absorbido las tendencias que se pueden ver en la plataforma.

Cuenta de Instagram de la fashion blogger Aleali May

Cuenta de Instagram de la fashion blogger Aleali May

 

7. Hacia una renovada conciencia social

Hay una frase, la mejor de todo el guión, en la que Miranda evidencia a Andy su ignorancia sobre los procesos que ocurren al interior de la industria. En particular, la relevancia de las decisiones que se toman en la dirección de la revista: “Estás usando el suéter que fue seleccionado para ti por las personas que están en este cuarto, de entre una pila de cosas”. Y también, con ese suéter feo, le dice, “estás tratando de decirle al mundo que te tomas demasiado en serio como para que te importe lo que lleves encima”.

Sólo faltaba algo para que la frase fuese ideal. Miranda omitió la parte que sucede en sitios donde se vive con pobreza y se confeccionan muchas de las prendas seriadas que se adquieren en tiendas departamentales. Se ha avanzado mucho en torno a la investigación de este momento del ciclo, y 2013 fue un año clave para su difusión a partir de un accidente en una fábrica de ropa en Bangladesh. La maquila explotó debido a las condiciones precarias del edificio, cobrando la vida de más de mil trabajadores. En este contexto surgió una iniciativa que tiene su sede en Reino Unido, Estados Unidos, Australia, y cerca de 25 países en proceso de adherirse, entre ellos México: Fashion Revolution Day promueve la concientización sobre las personas que manufacturan la ropa producida masivamente y es sólo una de las manifestaciones que se han hecho alrededor de la problemática.

Fashion Revolution

Fashion Revolution

 

8. Adiós a Bill Cunningham

En días cercanos a la fecha del décimo aniversario de la película murió Bill Cunningham, fotógrafo de moda conocido por su trayectoria en el New York Times. Durante más de cuarenta años capturó desde los atuendos más baratos, vistos en las calles, hasta los más costosos, vistos en las galas de los socialités neoyorquinos. Siempre en su chamarra azul brillante, era una leyenda de la moda, a tal grado que Anna Wintour, editora de la Vogue norteamericana, mencionó alguna vez que todas las mujeres de Nueva York se vestían para que él las retratara —probablemente, también muchos hombres. Cunningham fue algo más que un fotógrafo de moda callejera, era un antropólogo de la moda. Así, a diez años de que Emily, la asistente deMiranda Priestly, dejara de comer durante días para verse fantástica en la Semana de moda París, es necesario repensar desde dónde trabajaba este gran fotógrafo, para encontrar nuevos caminos de análisis de la disciplina. Partamos de algo que dijo en una entrevista: “Lo que más me gusta de la fotografía de la calle es que encuentras respuestas que no ves en los desfiles”.

Bill Cunningham. © First Thought Films / Zeitgeist Films, tomada del sitio web de The New York Times

Bill Cunningham. © First Thought Films / Zeitgeist Films, tomada del sitio web de The New York Times

 

9. ¿Sigue funcionando la pasarela?

¿Se han convertido las pasarelas de la moda en un despropósito en los últimos diez años? Su función, en principio, es vender, además de alimentar las dinámicas del espectáculo, pero esta pregunta ha surgido al menos cada año desde diferentes perspectivas, ya sea por los estereotipos extremos e insanos que promueve la imagen de las modelos extradelgadas o las demandas ecologistas que surgen a raíz del uso de la piel. En México, particularmente, el gesto es un poco absurdo y no ha funcionado comercialmente como sí sucede en las grandes capitales de la moda, como Londres, Milán, París, Nueva York o Berlín (más sobre las problemáticas locales de la pasarela, aquí).

En una década han emergido nuevas plataformas que promueven la visibilidad de los proyectos o colecciones más recientes, desde una mayor sofisticación de los Fashion films hasta las múltiples redes sociales por las que pasan las novedades de las marcas. Así, los desfiles han pasado a ser algo más como una plataforma de seducción donde el diseñador puede hacer de su colección un acontecimiento, desde los desfiles más experimentales hasta los más sencillos.

Malafacha presentado por LG™ Otoño 2015. En Mercedes Benz Fashion Week México

Malafacha presentado por LG™ Otoño 2015. En Mercedes Benz Fashion Week México

 

10) Campañas, editoriales y comerciales, ¿hacia dónde van?

En El Diablo viste a la moda, es una constante que Miranda tome llamadas de Patrick Demarchelier, un reconocido fotógrafo de moda que ha estado presente en las portadas de Vogue en sus ediciones estadounidense, francesa y británica. Aunque su nombre es una de las claves de la moda contemporánea, las editoriales de moda han pasado por algunos cambios en los últimos diez años. Desde el aspecto técnico se puede decir que en 2014 Vivienne Westwood produjo la primera sesión fotográfica creada con un escáner de láser 3D. En colaboración con el estudio londinense ScanLAB, la diseñadora marcó otro momento histórico luego de haber sido una de las pioneras en llevar el punk a la alta costura.

En cuanto a los nombres, la industria encontró una nueva forma de ligar la cultura del espectáculo con las ventas: recientemente Burberry nombró al hijo de David y Victoria Beckham como el director de arte de una de sus campañas. ¿Por qué? Instagram ataca de nuevo. Brooklyn Beckham es uno de los usuarios de Instagram con mayor influencia (y seguidores) en el mundo, aunque su cuenta no destaca por tener las imágenes más deslumbrantes, es el número de seguidores en Instagram, Pinterest, Facebook, Twitter y más recientemente Snapchat las que pueden asegurar a ciertas personalidades obtener un trabajo cotizado. Scott Galloway, profesor de marketing en la Escuela NYU y fundador del estudio de estrategia digital L2, aseguró en una entrevista que la forma en que se difunde la moda está siendo replanteada. En su última investigación, basada en el análisis de siete mil compradores, encontró que tres de cada cuatro compras costosas están influenciadas por lo que los consumidores ven, escuchan y hacen en línea.

Brooklyn Beckham fotografía la nueva campaña de perfumes Brit de Burberry (2016). © Brooklyn Beckham / Burberry

Brooklyn Beckham fotografía la nueva campaña de perfumes Brit de Burberry (2016). © Brooklyn Beckham / Burberry

 

 

Carolina Haaz es comunicóloga por la Universidad de Sonora. Fue coordinadora editorial de la edición en línea de Código, actualmente es responsable de prensa y redes sociales en el Centro de la Imagen. Ha escrito sobre moda, diseño y ciudad en distintas publicaciones, entre ellas Folio, Vocero, Frente, El Fanzine y otras publicaciones.

 

[9 agosto 2016]

siguiente

Newsletter

Mantente al día con lo último de Gallery Weekend CDMX.

Scott Schuman, The Startorialist. Fotografía de Tods Marlin.

Iris van Herpen, Escapism (2011)

Alexander McQueen

Patagonia, "No compre esta chaqueta" (2011)

Gucci, Primavera-verano prêt-a-porter (2001)

Cuenta de Instagram de la fashion blogger Aleali May

Fashion Revolution

Bill Cunningham. © First Thought Films / Zeitgeist Films, tomada del sitio web de The New York Times

Malafacha presentado por LG™ Otoño 2015. En Mercedes Benz Fashion Week México

Brooklyn Beckham fotografía la nueva campaña de perfumes Brit de Burberry (2016). © Brooklyn Beckham / Burberry